martes, junio 09, 2009

Las elecciones del aborto libre

El mapa resultante de las últimas elecciones europeas da miedo. El color azul es indicador de la derecha, de toda la derecha, hasta de la extrema. Entre ese azul que marca el mapa de las últimas elecciones, están también los xenófobos, los que hace unos años necesitaban a los sudacas, negratas y otros inmigrantes para que recogieran la fresa, barrieran las calles, quitaran la mierda en general, y ahora, les molestan porque, según ellos, les están quitando el pan de los hijos, y es necesario que se vuelvan por donde vinieron, a poder ser en pateras, y ya se les llamará más adelante, cuando el europeíto medio esté de nuevo tranquilo.
Siempre he dudado de si existe derecha moderada, a la hora de la verdad, cuando pierden los estribos, o un fallo del subconsciente les juega una mala pasada, aparece la derecha pura y dura. No asilvestrada, como he leído a veces. La derecha no está asilvestrada, está perfectamente disciplinada, con ese sometimiento a las consignas que ya se dieran en épocas pasadas, y que tan buen resultado da. Lo que se juegan no es poco: el dinero y el poder, lo que siempre le ha gustado a la derecha. Recordemos que los conceptos de izquierda y derecha son relativamente modernos, antes había amos y esclavos, amos y obreros, el poder y los desgraciados, y ese gen parece ser que todavía forma parte de los dirigentes conservadores.
En cambio, la izquierda sí está asilvestrada, es jovenzuela, inexperta, cree todavía que la razón le llegará dada por el hecho de tenerla y muchos de la que la componen no tienen el suficiente conocimiento –como joven e inexperta- para saber cómo juega la derecha.
Decía hoy Iñaki Gabilondo que “es el tiempo del cinismo”, en referencia a la magra factura que los italianos le han pasado a Berlusconi. Este personaje, como otros de la derecha (léase Camps, Aguirre, el presidente de la diputación de Castellón, etc.) se permite el lujo de reírse de la izquierda y hasta de mearse en ella, si necesario fuera. Les votan para decirles a los antiguos esclavos que pase lo que pase, el búnker es el búnker y vota. Mientras, la gente de izquierda se pierde en disquisiciones filosóficas y éticas.
En realidad, las elecciones europeas no las han ganado ni la derecha ni la izquierda, las ha ganado la abstención, y este hecho es de análisis menos simple, pues entre esos abstencionistas hay de todo: desganados, escépticos, jóvenes desorientados, anarquistas… Personas que no quieren participar en esta feria, en esta democracia tan desoladora, que no quieren apoyar a políticos tan alejados de los problemas reales, cuando no corruptos. Unos políticos que han hecho una campaña electoral de vergüenza, tirándose los platos a la cabeza, voceando de todo menos de Europa. Una derecha española deseando de volver a hacerse con el poder al precio que sea y una ¿izquierda? abrumada por los problemas económicos de los que la derecha dice tener la solución, pero que no la propone hasta llegar al poder. Algo que, de ser cierto, que no lo es, sería causa de delito.
Pero tampoco este numeroso grupo que ha ganado las elecciones propone alternativas, se une para hacer frente a quienes, inevitablemente, con los votos que se hayan emitido, nos van a gobernar. Les da igual, la política es como el deporte de competición, patada en los testículos y a ganar, aunque en las gradas esté sólo la madre que los parió o que les votó.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi me da mucho más miedo la izquierda. cuando quiere algo va a por ello a sangre y no se sabe lo que quiere, al menos la derecha sólo quiere dinero

Anónimo dijo...

Pues a mi la izquierda no me da miedo porque al menos tiene valores. En cuanto a la abstención es de la izquierda crítica, la derecha, estoy de acuerdo, vota en bloque porque se juega las pelas.
Rubén

Anónimo dijo...

No es tan simple, Rubén. Si sólo fueran pelas, la derecha siempre estaría en minoría, porque son menos los que tienen "pelas" en número suficiente y se las juegan, que los que no las tienen, y dependen de su jornal. Hay más cosas.
Germán Ortigosa.

Anónimo dijo...

Germa´na, explícame qué más cosas estimulan a los de derechas.

Anónimo dijo...

El último anónimo no se ha enterado de la misa la media. Explícaselo, Germán.