jueves, diciembre 31, 2009

Petra, el ball de bot, y Miquel Femenías










Qui s’enamora no es cansa
si viu amb l’opinió
que després d’una maror
sol venir una bonança.
(Trozo de letra de un ball de bot)

Petra es un pueblo de algo más de dos mil setecientos habitantes, situado en el Pla de Mallorca. De su importante actividad cerealística, pueden verse las siluetas redondas de los molinos de viento. Magnífica es la iglesia de San Pedro, levantada sobre un viejo templo románico, de cuando el gran Conquistador, Jaime I, se hizo con las Baleares. De sus cruces de término, dos son góticas.



Todo ello, y mucho más: la llanura, la sierra de Tramontana y el caserío del que destaca la iglesia, pueden contemplarse desde el lugar más importante para los petrencs, el Puig de Bonany, a 317 metros de altitud. Un santuario corona el Puig, y flanquean el camino pinos, acebuches, romeros, brezos y otras plantas que, tal vez endémicas de Baleares, no reconozco.



En Petra nació Miquel Josep Serra i Ferrer, conocido como el beato fray Junípero Serra (Petra, 1713-Monterrey-California, 1784). Antes de conseguir renombre universal, conoció las primeras letras en el convento franciscano de San Bernardino, de Petra. Muy joven marchó a Palma donde, tras hacerse religioso de la orden de San Francisco, fue doctor en Filosofía y Teología, y ocupó la cátedra de Teología Escotista en la Universidad Luliana de Palma. Se le haría pequeño el mundo al frater, porque llegó a fundar misiones que luego se convertirían en las grandes ciudades norteamericanas como San Francisco, Sacramento, Los Ángeles y San Diego, entre otras.



A este importante personaje, le han dedicado en Petra su casa natal, restaurada, conservando en ella todo lo relacionado con tan ilustre persona, y muy cerca, una casa-museo que desde 1959 fundaron los Amigos de fray Junípero Serra. Además de guardarle fiesta el tercer domingo de septiembre.



En Petra nació también una persona, no por menos universal, menos querido en su entorno. Se llama Miquel Femenías, aunque es más conocido como Miquel Manyo. Va a cumplir 76 años y hoy, 31 de diciembre, hace 47 años que se casó con Catalina Rosselló, de cuyo matrimonio nacieron dos hijos, Margalida y Tomeu.



El nombre de Miquel Manyo está unido, desde hace 55 años, al ball de bot, primero en la Rondalla Es Pla y, cuando ésta desapareció, en el grupo el Puig de Bonany.



El ball de bot, o tradicional, o popular, es propio de Mallorca. En tiempos se improvisaba, tanto en la danza como en el canto, pero en la actualidad está más reglamentado. Se trata de una serie de bailes como los boleros (nada que ver con los que conocemos por tales), jotas, fandangos (también en el resto de España) copeos y mateixes. Todos ellos acompañados por bajo, bandurria, laúd, guitarra, violín, xeremía, tambor, zambomba, fobiol y clarinete.



Los componentes del grupo van ataviados de forma muy llamativa, como puede verse en las fotos: calzones anchos, faja de lana o algodón los hombres, y falda larga y ancha, de tejidos vistosos y coloristas, las mujeres.



De esta forma se visten Miquel Manyo y su nieta Alexandra, para bailar en Petra o en cualquier otro lugar donde la presencia del grupo es requerida. Es costumbre que los padres inicien a las hijas en el ball, y después, los abuelos a las nietas. Miquel bailaba con Margalida primero, y ahora lo hace con la preciosa Alexandra, siempre haciendo chocar las castañuelas y cantando las letras de los balls.



Ver bailar a abuelo y nieta es algo impresionante. Tomeu me consiguió un CD de la Televisión Local de Petra (gracias), donde puede verse a los dos, incansables. Miquel rodeando desde el aire, sin tocarla, a Alexandra, como protegiéndola y guiándola a la vez, mientras la niña, seria y responsable, sigue los consejos intuidos del padrí. Parecen dos brazadas de plumas volando, impresión que se rompe cuando Miquel deja caer los pies, seguros, firmes y jóvenes, sobre el tablado.



Los títulos más representativos de los bailes mallorquines son: Mateixa des Puig de Bonany, Parado de Valldemossa, Sant Antoni, Jota de Sant Joan, Ses vermadors, Copeo de Muntanya, Es cambuix, Mateixa bunyolina, Jota de Petra, Ball de sa neu, Jota marinera, S’Escandalari, Copeo matancer, Jota dels enamorats, Mateixa de primavera, Bolero mallorquí y Jota mallorquina.

martes, diciembre 08, 2009

MAI NO MORIRÀS, GILGAMESH!



Muchas formas pueden utilizarse para contar una epopeya. Desde la pura y dura, basada en la documentación de primera mano –casi siempre inexistente-, hasta la narración familiar, íntima, a veces al calor de la lumbre. La del mítico Gilgamesh, el semidiós que quiso ser enterrado debajo del río Éufrates, el soberano de Uruk, permite esta última modalidad.
No es al amor de la lumbre exactamente, pero sí en la soledad de una habitación de hospital donde, Pere Morey, el autor de esta novela, sitúa el escenario para que un abuelo –Enric Gil Games- vaya contando a su nieto Bernat la historia, el camino, la leyenda, de su homónimo Gilgamesh.
El abuelo, con el corazón muy enfermo, le cuenta la leyenda poco a poco, por prescripción de su médico-hija, Catalina, lo que le permite reservar fuerzas para, antes de dormir, recordar una vida intensa, un camino que en parte se asimila al de Gilgamesh y su amigo Endiku. Él también gozó de la amistad de otro valiente, Lluc. Juntos, durante la guerra y más tarde en el Maquis, buscaban, como el soberano de Uruk, la sabiduría, la eternidad. Comprendieron que ésta se consigue, en cierto modo, con las obras, con los hechos, transmitiéndolos. No en vano, la epopeya de Gilgamesh, todavía, dos mil quinientos años después, se conoce. Su protagonista, como dice Pere Morey, nunca morirá.
Tampoco lo hará el abuelo Enric, al menos en muchos años, como le promete Bernat, quien contará su historia a toda la descendencia que llegue a conocer.
Más interesante, por cercana, es la historia real que el abuelo recuerda cada noche antes de dormir. Su huida de Mallorca, por la segunda boca de las Coves del Drac hasta el gran lago, seguidos por la Guardia Civil. Una huida angustiosa que recuerda el viaje de Gilgamesh en busca de Utana para que le explicara el secreto de la inmortalidad.
O el amor que sentía por su esposa griega Irene, la madre de su hija y abuela de Bernat, muerta muy joven, que recuerda la Siduri de Gilgamesh, personaje que, según me confesó Pere, es su preferido. Sus amantes, Pirea entre ellas, que proporciona una sorpresa casi al final de los recuerdos de Enric, cuando años después, ya jubilado, vuelve para visitar los lugares de aquella etapa difícil y dura de su vida.
De esta hermosa publicación, llevada a cabo por Editorial Moll, con dos ediciones y otra, la primera, corregida y aumentada, ha editado una Guía Didáctica y un cuaderno para la enseñanza, la Consellería d’Educació i Cultura del Govern de les Illes Balears. Es una buena forma para acercar a los niños a las grandes epopeyas y a la Historia, sin que lo sientan como un castigo.
He tenido el placer de conocer al autor y pasear con él, y otros mallorquines, Soria. La ternura y sensibilidad que rezuma MAI NO MORIRÀS, GILGAMESH!, es una fiel reflejo de la personalidad de Pere Morey.

viernes, diciembre 04, 2009

Josep Estelrich i Costa


Miscel.lània homenatge
a Josep Estelrich i Costa
Editors: Joan Font i Roig, Joan Moratinos Jaume
Climent Picornell Bauzà y Joan Bauçà I Barceló
Monografies santjoaneras, 20
Sant Joan 2009

Los miembros del Col.lectiu Teranyines se han unido para homenajear a don Josep Estelrich i Costa, don Pep, como se le conoce popularmente. Este colectivo, de Sant Joan (Mallorca), tiene como fin estudiar la historia y la cultura de este pueblo de algo más de mil seiscientos habitantes, situado en el Pla mallorquín, de donde es oriundo el personaje homenajeado.

Estelrich, el mayor de siete hermanos, nació en el año 1922 y toda su vida ha estado dedicada a la Iglesia. Desde niño ingresó en la Escolanía de Lluc, y a partir de ahí su curriculum como sacerdote es tan intenso y largo como su propia vida. Su andadura personal ha demostrado que en muchas ocasiones las jerarquías van por un camino y las personas por otro, por mucho que esto don Pep tal vez lo negaría. La vida de este sacerdote ha sido de compromiso social, sobre todo en su faceta de director de la Residencia Sant Pere, para jóvenes obreros y estudiantes, y también de compromiso con la tierra y la lengua de la isla que le vio nacer.

Su labor como investigador histórico es monumental. Por ello ha recibido varios premios: el Bartomeu Oliver, otorgado por la Obra Cultural Balear; el diploma de socio de honor de la Societat Arqueològica Lul.liana; y el premio Jaume II del Consell Insular de Mallorca, en reconocimiento a una labor intensa de investigación, y también por todo su trabajo sobre la figura, la obra y el patrimonio del padre Rafel Ginard. Don Pep fue el fundador del Col.lectiu Teranyines, que con esta publicación le rinde homenaje. Tal vez su trabajo más largo e intenso haya sido la catalogación del archivo del monasterio de Santa Elisabet de Palma, de donde fue capellán y sobre el que escribió su historia.

Destacada ha sido también su colaboración con el grupo de investigación Jaume IV, creado para la búsqueda de documentos y de los restos mortales de los últimos componentes de la dinastía mallorquina, de la que es miembro, y para la que ha transcrito numerosos documentos.

Ha sentido pasión por la naturaleza y el excursionismo, lo que demuestra el gran número de fotografías vestido para la ocasión, y caminando por las sierras altas y escarpadas de las sierras mallorquinas. Cada año celebraba la misa de Sant Bernat de Menthon, patrón de los excursionistas.

Cuarenta y tres artículos y más de cincuenta historiadores y amigos de don Pep, se reúnen en esta publicación para homenajear a don Josep Estelrich i Costa. Unos temas son históricos, otros versan sobre tradiciones y cultura, algunos religiosos, en fin, 660 páginas intensas, con ilustraciones, donde destaca la parte destinada a dar a conocer los recuerdos, vivencias y testimonios de aquellos que le conocen bien.

Felicidades don Pep

jueves, noviembre 26, 2009

Ysabellis y Mallorca



A mediados de noviembre fui invitada para acudir a Mallorca a fin de presentar la novela Ysabellis, Regine Maioricarum. Siempre presta para visitar la Isla, no dudé ni un instante en darme esa satisfacción y, sobre todo, volver a abrazar a mis queridos amigos mallorquines.

Quiero, desde aquí, dar las gracias a todos ellos, porque, una vez más, han conseguido que vuelva a la península deseando tornar cuanto antes a su hermosa tierra.

El jueves, día 12 de noviembre, la novela fue presentada en el Consell Insular, magnífico edificio neogótico, por el catedrático de la UIB, Gabriel Ensenyat, presidido por el consejero Cosme Bonet. Al día siguiente, en un acto organizado por el escritor e historiador mallorquín Pere Morey, tuve ocasión de acudir a la Librería Ágora, de Palma, donde la propietaria, Ramona Pérez, me acogió con el cariño y el interés que saben proporcionar la gente de Mallorca. Y aún hubo otro acto, en el colegio Norai, del Puerto de Alcudia, en esta ocasión organizado por Andrés Gil, soriano de Reznos, que ejerce en él su magisterio.

A todos ellos, a los medios de comunicación, a Pere Fullana, y muy especialmente al Grup de Investigació Jaume IV, quiere agradecerles la forma en que me arroparon, acogieron y organizaron los actos.

Sobre el Grupo, debo decir que ha sido gracias a sus componentes, el que la novela sobre la última reina de Mallorca haya sido escrita. Josep Mas, Miquel Gayà, Gabriel Ensenyat, Helena Inglada, Josep Estelrich, Climent Picornell, Francesca Jaume, Jaume Riera y yo misma, formamos parte de ese a modo de asociación que gira alrededor del rey de Mallorca, pero también de la amistad y el afecto.

Muchas gracias y hasta siempre.

lunes, noviembre 23, 2009

La Seu d'Ègara, en Tarrasa




En el resto de la península, e incluso en algunos lugares de Cataluña, cuando se escucha hablar de Tarrasa, se piensa en la industria textil y en un lugar donde, en el siglo pasado, fueron asentándose los que llegaban de otras partes de España en busca de trabajo.
Yo misma, que de adolescente pasaba temporadas en Tarrasa, en casa de mi tía-abuela Espiritusanto, preciosa mujer madre de ocho hijos varones, natural de Jaén, he visto siempre esta villa como el resto de los mortales, más bien fea de construcciones y poco cuidada.
Hace unos días, en compañía de mi hijo Israel y de mis dos nietos mayores, fuimos a ver las iglesias de Sant Pere de Terrassa, gracias a un anuncio aparecido en la revista Sàpiens. El Conjunt Monumental de les Esglésies de Sant Pere, conocido también como la Seu d’Ègara, nombre de la ciudad de Tarrasa en la época romana, es impresionante.
La zona abarca un período ininterrumpido desde la época ibérica, pero lo más destacable es el conjunto de las tres iglesias, todas en una misma explanada, que conservan la construcción de los siglos VI al VIII. El conjunto verdaderamente monumental, de la época episcopal, se compone de la basílica de tres naves dedicada a Santa María, que hacía funciones de catedral; el edificio funerario de Sant Miquel, que también podría ser un martyrium o santuario cristiano dedicado a un mártir; y la iglesia parroquial, de tres naves, dedicada a Sant Pere. Todo ello acompañado de pinturas murales de la Alta Edad Media, románicas, y retablos góticos, entre ellos cuelga, en Sant Pere, uno de Jaume Huguet, el dedicado a los santos Abdón y Senén.
En la iglesia de Santa María, me llamó poderosamente la atención el motivo de una de sus pinturas murales, el asesinato de santo Tomás Becket. También en Soria, en las ruinas de la iglesia de San Nicolás, tenemos representada esta escena.
Si se deciden a visitar este hermoso conjunto, muy cerca de él está también el Castell Cartoixa de Vallparadís, el claustre del convent de Sant Francesc, y la torre del Palau donde se interpreta la zona medieval de Tarrasa.


lunes, noviembre 09, 2009

Sor Felicidad, de Serón, en Valldonzella


Caminaba por la zona alta de Barcelona en busca de la Torre Castanyer, donde Machado pasara sus últimos días en España, que es lo mismo que decir sus últimos días en la vida. Quería recordar que por esas calles estaba el monasterio moderno de Valldonzella, el medieval, en la Creu Coberta, hace siglos que desapareció. En él, el antiguo, descansaban los reyes de sus viajes antes de entrar a Barcelona a través de las murallas. En él, murió el rey Martí el Humano, dejando huérfano de dinastía catalana a su reino. Y en él, también, se encerró su última esposa, la preciosa Margarida de Prades.
El nuevo Valldonzella, construido a principio del siglo XX, de estilo modernista, está ubicado a los pies de la montaña del Tibidabo, concretamente en la calle del Císter, a cuya orden pertenecen las monjas que lo habitan. Es un edificio magnífico, ocupada una de sus alas por la Rectoría de la Universidad Ramon Llull.
He de confesar que me gusta mucho el clero regular, ajeno a los tejemanejes del secular, con sus propias normas, orando y laborando en la paz intramuros. Así que llamé al torno para pegar un poco la hebra con alguna sor. Me abrió una de ellas, de par en par, y ante mi extrañeza porque no se parapetaba tras el torno giratorio, le pregunté si eran de clausura. Ella me dijo que los monasterios nunca se concibieron como cerrados y con verjas, que eso lo fue haciendo el ser humano, al entrar en los conventos gentes poco convencidas, o por imposiciones de padres, tutores y reyes. Desde hace años, las vocaciones lo son de verdad, y para permanecer dentro no necesitan rejas. La Comunidad se dedica a la encuadernación.
Todo esto me lo contaba sor Felicidad González Hernández. Le dije que venía de Soria. “¿De dónde dice que viene?”. “De Soria”, repetí. “Yo soy soriana, de un pueblo pequeño cerca de Aragón, que probablemente no conocerá”. “Dígame el nombre, seguro que lo conozco”. Sor Felicidad es de Serón de Nágima, pero lleva mucho tiempo en Valldonzella, y va pocas veces a su pueblo natal. Ha sido abadesa durante dieciocho años.
La diáspora soriana hace que encontremos paisanos por todas partes, y muchos de ellos en cargos importantes. Le prometí a sor Felicidad volver a visitarla y llevarle algún libro de su tierra.

sábado, octubre 24, 2009

El desafortunado comentario de la señora Yagüe



Asisto en silencio a la polémica sobre el monumento al general Yagüe, ubicado en San Leonardo, su pueblo natal. Suscribo todo lo que al respecto dice, opina y gestiona la Asociación para la Memoria Histórica de Soria, a la que pertenezco.
Como investigadora sobre la Guerra Civil, podría aportar datos sobre el asunto, cosa que en este momento no voy a hacer.
Si, de forma particular, escribo estas líneas, es por el regusto amargo y la indignación que me han producido unas palabras de la señora María Eugenia Yagüe, y que he leído, entrecomilladas, en la edición digital de HERALDO DE SORIA: “no aceptan [algunos sectores], ni admiten que han perdido la Guerra Civil”.
Esto es terrible. Entendía a la señora Yagüe como hija. Incluso comprendía que ella, que ha conocido al padre y no al militar, viera lo sucedido de distinta forma al resto de los mortales. Después de esto, ni la entiendo, ni la comprendo, ni quiero hacerlo.
O sea, que como una parte de España perdió una guerra en la que se vio envuelta por el por el afán de poder de un grupo de militares golpistas, y después, permaneció encarcelada y humillada durante muchos años, quedó por ello anulada para la eternidad toda capacidad de reclamar, investigar y conseguir que la verdad, toda la verdad, vea la luz. Traducido al lenguaje vulgar: habéis perdido, a joderse.
Sinceramente, no creo que el Partido Popular deba lamentar la baja en sus filas de la señora Yagüe. Hay personas decentes y trabajadoras en ese partido, concretamente en Soria, a las que conozco personalmente, que no necesitan afiliados como estos.
Por otro lado, las leyes, estemos o no de acuerdo con ellas, existen para se cumplan. Ahora mismo, si no la derogan, hay una que impide monumentos a franquistas.

jueves, octubre 01, 2009




Al poco de pasar Bailén le dije a mi hermana que olía a aceite, y ese olor nos acompañó hasta que a la vista tuvimos el cerro de santa Catalina, y recortada sobre el cielo la silueta de la alcazaba de Jaén. A sus pies, iluminada, la magnífica catedral de los Vandelvira sustituye a la vieja, como queriendo tapar la infamia del asesinato del condestable Iranzo.


Durante toda nuestra estancia, el olor a aceite nos acompañó, mezclado con el de las buganvillas y los jazmines de la casa de los primos. El mismo olor de mi infancia, cuando, subida en un taburete, me asomaba al pequeño aljibe donde el abuelo Juan depositaba el aceite que iba a gastar la familia a lo largo del año siguiente. El mismo, también, que el de la alacena de la abuela Rafaela, donde guardaba los quesos en aceite, comprados a los productores de la Mancha, que acudían a venderlos, romana al hombro, vestidos con anchos blusones grises.


La parte vieja de Jaén, de la plaza de las Palmeras hacia arriba, apenas ha cambiado. Eso nos ha permitido revivir la infancia. Recorrer las callejuelas del barrio de la Magdalena, conociendo ahora que se trata del barrio judío, escuchando las palabras de la madre -¡tan reciente su muerte!- recordando cómo las paseaba subida en altos tacones, pese a lo empinado y empedrado de ellas.


Aquella casona de la calle santo Domingo bajo, junto a la de San Miguel, donde los tíos tenían el horno y vivían, ahora es una casa de pisos, pero han conservado la estructura y algunas partes de la configuración exterior. Parecía que salía por las puertas y ventanas el olor del pan recién hecho, los ochíos, los hornazos y los mantecados de aceite que las manos delicadas de las mujeres de la casa, entre ellas las de la tía Esperanza, amasaban y daban forma, para que luego las clientas los colocaran con cariño en cestas y los taparan con blanquísimos paños, antes de guardarlos en las alacenas.


No han cambiado ni los nombres de las calles. Campanas, Cerón, Martínez Molina. Bernabé Soriano, conocida como la Carrera desde siempre, la han hecho peatonal. Echamos de menos al hombre que muchos años atrás, vendía cacahuetes con cáscaras y pelados, tapada la cesta para que se mantuvieran calientes. Hasta la placa de quien fuera nuestro médico pediatra, el doctor F. Luque, sigue en la fachada.


El mercado sí ha cambiado. Del viejo no queda nada. Pero el entorno es el mismo. Muy cerca está la calle Pescadería, donde nacimos las tres hermanas mayores. No está ya una pastelería, puerta con puerta de nuestra casa. Desde una de nuestras ventanas veíamos trabajar de noche a unos hombres vestidos de blanco, que nos parecían muy alejados de nuestros ojos y muy peligrosos, y que asociábamos con la bruja de la Casita de chocolate.


Sigue el colegio de la Amiga de Piedra, donde aprendimos las primeras letras, nosotras, nuestras primas, nuestra madre y nuestras tías. Y el de las Teresianas, donde acudiría años después, en una calle que sale de la Alcantarilla. Ya no está por ahí el comercio de los Guapos, donde nuestra madre me enviaba, de vez en cuando, a comprar café para no dormirse y coser durante casi toda la noche, en compañía de Mari Luz, su oficiala de ocho pesetas diarias.


Pequeños recuerdos de una infancia feliz que ha sido posible revivirla gracias a que Jaén, su parte vieja, sus barrios cobijados al amparo del castillo, de la vieja alcazaba, se ha mantenido reconocible y hermosa.

martes, septiembre 29, 2009

Los andrajos de Jaén


No necesitábamos saber que los andrajos de nuestros primos están relacionados con el gazpacho de Caroig o con los manchegos. Tampoco que, según Joan Corominas, la palabra andrajo podría venir de falda. Ni que sinónimos de andrajos (siempre en plural) son harapo, guiñapo o zarria. Nada de eso.
Para los andrajos que el pasado sábado, 26 de septiembre, comimos en Puente Tablas, de Jaén, fue necesario que se juntaran varias circunstancias, o elementos. Uno de ellos, el que los primos fueran panaderos y supieran hacer una masa sin levadura, bien trabajada y afinada. Que otro primo fuera cazador y saliera al monte para conseguir unos cuantos conejos. Que nuestras primas hubieran heredado de las abuelas, las tías y la madre la sabiduría para aderezarlos. Y, sobre todo y muy en especial, que reinara el cariño tocado con una migaja de nostalgia y la satisfacción de volver, después de muchos años, a la tierra de origen. Si además, a todo esto se une la posesión de una gran casa desde donde se ve el castillo de Santa Catalina, las torres de la catedral de Jaén, las lomas con olivos y, a sus pies, se escucha el discurrir del río Guadalbullón…, ustedes dirán.
Los andrajos es comida propia de nuestra tierra, de Jaén, como decía arriba. Podrían compararse con el gazpacho manchego, aunque en el caso de éste, la masa sin levadura, cenceña, se cuece en el horno antes de despedazarla y añadirla al guiso. En el caso de los andrajos, se añade cruda y se cuece en el caldo.
Preparen conejo de monte, ajos, hierbabuena, pimientos verdes y tomates y hagan con ello un buen sofrito (los ajos y la hierbabuena machacados). Vayan añadiendo pimentón, cominos, pimienta, guindillas, azafrán, orégano y un buen vaso de vino blanco. Después añadan el agua y cuando el conejo esté casi cocido es el momento de ir echando la masa bien fina, abriéndola con las manos para que se afine aún más, y a trozos pequeños. Hay que mover sin parar para que no se pegue. Añadan más hierbabuena, es el sabor que debe predominar. El guiso ha de quedar espeso.
Los andrajos pueden acompañarse de vinos de Jaén. Porque en Jaén hay vinos también, además de los olivos que han hecho de ella la capital mundial del aceite. Incluso hay una variedad autóctona de uva, la “molinera de Bailén”, que junto con la Tempranillo hacen buenos caldos. Todo esto lo sabemos por el primo Vicente, entendido en yantares y derivados.
Pero con lo que se debe acompañar este condumio es con personas como las que teníamos a nuestro alrededor, con tanto cariño, tanta amabilidad y tanta hospitalidad, que hasta las paredes se derretían.

sábado, septiembre 19, 2009

Putas, drogadictos...

El atropello de una prostituta en La Jonquera cuando huía de los Mossos, que acudían a un menester que nada tenía que ver con ella, ha sido, por lo leído, un fatal accidente con huida incluida del conductor. El caso es que la mujer ha muerto porque las cosas se están poniendo muy difíciles para las prostitutas. Se han empeñados las autoridades, con más ahínco las municipales, en hacerlas desaparecer de las calles sin ofrecerles, a cambio, otras alternativas.
Hace unos días, unos vecinos se quejaban, también, de un albergue para pobres, por lo conflictivo, ya que se peleaban entre ellos por un quítame allí estos cartones. Otros se quejan de que unos drogadictos han ocupado unas naves abandonadas y acumulan vertidos y suciedad por los alrededores. Hoy mismo, en Lleida, los vecinos cogen firmas por el deterioro de un barrio, debido a la prostitución y las drogas. Podría seguir recodando o acudir a cualquier buscador por Internet, pero estaría escribiendo hasta mañana.
El caso es que todo aquel, grupo o individuo, que no cuadre con la idea que tenemos de lo que debe ser una sociedad bienpensante y bienestante, nos molesta, sin parar a reflexionar que esta es la sociedad que ahora mismo tenemos, para desgracia de quienes nos molestan porque no encajan.
En este sistema político-social-económico en el que vivimos el primer mundo, no tenemos ni idea de qué hacer con aquellos que nos estorban. Podríamos escribir también con lo que nos incomoda: vertederos, cárceles, residuos.
Así que si empezamos a quitar gitanos no integrados, inmigrantes que no trabajan (en ocasiones molestan hasta los que trabajan), prostitutas, mendigos, drogadictos, jóvenes que se pasan con los botellones… restan unos millones de españoles, precisamente para los que están pensadas las leyes y la sociedad.
No sé si muchos se pararán un instante a pensar, provisto de cierto grado de empatía, en que todos esos grupos son seres humanos igual que el resto, con muchas más penas y casi ninguna alegría. Los gitanos de las míseras barracas, que viven entre la mierda, tienen hijos pequeños a los que quieren profundamente y cuidan mejor, mucho mejor, que el ciudadano-medio-de clase media-alta-tirando a baja, caritativo de 20 céntimos de euro con el mendigo. Los drogadictos no saben cómo desengancharse, o son seres completamente desgajados de las familias, algunas, tal vez, de esa clase media-alta… Los mendigos se pelean por cartones porque es lo único a lo que pueden acceder. Las putas se prostituyen, en la mayoría de los casos, porque las mafias les obligan, o porque tienen que criar hijos, o, a veces, porque les da la real gana.
¿Qué hacemos con todos ellos? ¿guetos? ¿gas? ¿Dónde los escondemos para que no afecten a nuestras delicadas narices y nuestras selectas miradas? En todo esto nada tiene que ver la crisis que llevamos padeciendo durante más de un año, esto no ha cambiado nada, ni con bienestar ni con crisis.
Todos esos grupos marginales que tanto incordian y afean plazas y monumentos, no son más que la prueba palpable del gran fracaso de nuestro sistema capitalista, en el que entran -¡por descontado!- los gobiernos más o menos socialistas, más o menos progresistas.
Así que miremos con los ojos bien abiertos, paseemos entre ellos, dejémonos invadir por sus olores, porque son nuestros, muy nuestros. A ver si en algún momento somos capaces de levantar la voz y el puño (pero de verdad), por esos seres de nuestras pesadillas.

sábado, septiembre 05, 2009

Recordando el Holocausto


Últimamente, con motivo del final de la II Guerra Mundial, los medios de comunicación recuerdan aquellos años terribles en los que nuestros antepasados se mataban bárbaramente y se mutilaban con ceguera terrible, mandados desde lugares seguros por políticos y militares hijos de mala madre, henchidos de ira y soberbia, sedientos de poder y necesitados de pasar a la Historia como héroes. Porque en este mundo siempre ha habido, hay y habrá brutos, muchos brutos, revestidos de periodistas e historiadores, que acaban encontrando justificación a las barbaridades que el ser humano es capaz de cometer contra otros seres humanos, arrogándose, en nombre de los gobernados o de los súbditos, el derecho a matar o destruir.

Me parece muy bien que se recuerden estos hechos sangrientos e injustificables, aunque no haya mucha necesidad de ello. La condición humana repite sin cesar los mismos modelos, y sólo con leer cada día el periódico o ver la televisión, se puede comprobar.

Pero la barbarie que hace setenta años asoló Europa, la vieja Europa, la culta y desarrollada Europa, la colonizadora de salvajes, que se llevó por delante millones de personas y dejó en la miseria al resto, resulta más impactante para ser recordada y evitar que vuelva a suceder.

Lo más impresionante de aquella generalizada masacre fue, sin lugar a dudas, el Holocausto, y a él dedican la parte más importante de esta conmemoración. La matanza de judíos, gitanos y todas aquellas étnicas que no servían a los nazis para conseguir la pureza de su raza aria, hace años que se pone en tela de juicio por algunos historiadores y, últimamente, hasta por algún sacerdote de la Iglesia Católica, pese a que negarlo es, por fortuna, delito.

Muchas personas –la mayoría- hemos creído a pies juntillas el Holocausto, y debemos seguir creyendo en ello, pese a los davisirvings que pretender imponer sus teorías. Ellos habrán investigado, pero no por ello debemos caer en su trampa. Los documentos, naturalmente, no van a dejar para la Historia a cuántos mataron y cómo lo hicieron, datados, firmados y sellados. La Humanidad, en general, hemos escuchado y leído los testimonios de los supervivientes, las fotos del horror, sabemos o hemos visitados los campos de exterminio, y sería una burla fatal para algunos que todavía siguen vivos, la negación de lo que allí sucedió.

Por si acaso alguien siente tentaciones de creer a los presuntos historiadores que niegan el Holocausto, hay que recordar que desde principio de los años setenta, cuando tuvo lugar la visita de Willy Brandt a Israel, todos los políticos que han visitado el país judío –la última Ángela Merkel- piden perdón por lo que hicieron sus paisanos. En Berlín se levantó un monumento a los judíos asesinados. Cada alemán que viaja a Israel deposita flores en el Yad Vashem o Museo del Holocausto. ¿Se flagelaría de esa forma un país como Alemania, ante el mundo, si David Irving y sus seguidores llevaran razón? ¿Y la Iglesia, más dada a otorgar perdones que a pedirlos, se hubiera humillado en la misma cabeza de los dos últimos papas?

Si se le dan alas al revisionismo, como ha hecho un periódico de tirada nacional con un delincuente como Irving, puede llegar a abrirse un debate nefasto, innecesario, de incalculables consecuencias.

sábado, julio 04, 2009

Sin derecho a tumbas

Tumbas

Algunas veces subo hasta El Espino
y en las tumbas amadas, de rodillas,
rezo un momento y pongo florecillas
cogidas por el borde del camino

¡yacen tantos aquí, bajo estos cielos!
dulces amigos de mi edad primera
que no me importa corta o larga espera
si sé que al fin tierra tendré con ellos

Pero no me acongojan estos muertos
Adolfo, Blas, Aurelio, Justo, Juan
Alfredo y tantos otros, porque están
siempre de llanto, rezo y flor cubiertos

duélenme aquellos cuya sombra yerra
por los barrancos y los montes fríos
o por los arenales de los ríos
o en tierra amarga porque no es su tierra

Duélenme aquellos que el silencio esconde
aquellos que la muerte fue arrastrando
dándoles dura tierra sin su cuando
después de triste muerte sin su donde

¡Señor! Pues tú trazaste su camino
en esas pobres tumbas ignoradas
haz nacer florecillas perfumadas
como estas que yo pongo en El Espino.

Virgilio Soria. 1939


A fin de recopilar datos sobre un aspecto concreto de la Guerra Civil en Soria, he estado mirando bastantes ejemplares del periódico LABOR, órgano de FET y JONS, editado en Soria. Aunque no venga al caso con el comentario, algo –entre mucho- que llama la atención, son las continuas noticias relacionadas con Hitler, tipo “El Führer con los chiquillos”, además del estilo propio de Falange, después heredado por el Movimiento.

Aparecen también los juicios sumarísimos que se van haciendo a los “rojos”, a medida que se conquista territorio, y posterior fusilamiento. Naturalmente, no aparece ningún juicio a los falangistas y similares, que sacaron de sus casas a hombres y mujeres, les pegaron cuatro tiros y les dejaron tirados como a perros. Es necesario tener el estómago en perfecto estado de revista, pero una se mete en investigaciones que no sabe dónde van a llevarla, y sigue en ellas porque ya resulta difícil parar.

El comentario de hoy está relacionado con el trato dado a los muertos del Alzamiento/Movimiento, todos, al parecer, pertenecientes al que sería después partido único, la Falange, según el periódico LABOR.

La sección “Héroes de España” estaba encabezada con un ¡¡PRESENTES!! Y a continuación mostraban las fotos de los jóvenes fallecidos en la lucha, de paisano, las características: edad, procedencia, etc., y cerraba la columna un ¡¡IN PACE!! Otra sección, de ese día o del siguiente, se encargaba de hacer el panegírico del fallecido y de transmitir las condolencias a la familia. Se cerraba con un Arriba España. Viva Franco. En uno de esos dos números, aparecía la esquela. Y en otro, pasados algunos días, las misas que en cada pueblo o en la iglesia de la capital que correspondiera, se celebraba con asistencia de jefes falangistas, autoridades y, por supuesto y sin que pudiera ser de otra forma, de todo el pueblo o barrio. En ellas, el sacerdote, desde el púlpito, volvía a hacer un panegírico del fallecido y, de paso, arremetía contra los “rojos”. A la salida, con fervor, se entonaban himnos, se saludaba brazo en alto y se daban vivas a los divino y lo humano, más a lo primero, si tenemos en cuenta que por las fechas, Franco se encontraba en ese apartado. Al año siguiente se repetía la ceremonia, toda la ceremonia. A todo esto, habría que añadir las lápidas en las fachadas o en el interior de las iglesias, con sus nombres grabados a fuego.

Todos homenajes me parecen bien. Todo es poco para unos jóvenes que, probablemente sin ideología, les tocó ir a defender los caprichos y el anhelo de poder y gloria de unos militares botazas y zafios y de una oligarquía sedienta de dinero. Unas muertes de muchachos, entre los 18 y los 24 años, tan injusta como cabreante.

Pero al ver todos estos homenajes se apodera de una la rabia y la impotencia del agravio comparativo. Una humillación, un ultraje, que todavía, más de setenta años después, herederos de esa oligarquía en muchos casos, luchan para que se perpetúe.

¿Cómo es posible, que a día de hoy, una parte de la ciudadanía, que sabe perfectamente lo que sucedió, que sabe que esta España nuestra está sembrada de fosas, se niegue a que los restos sean exhumados? Esto no cabe en ninguna cabeza de bien nacido. Si los que cometieron aquellos asesinatos fueron unos hijos de la gran chingada, salvajes, crueles y desalmados, los que, solicitándolo la familia, se oponen a que compartan un poco, sólo un poco, de los homenajes que otros recibieron, pudiendo reposar en paz junto a la familia, estos, no le van a la zaga.

martes, junio 23, 2009

Vándalos

Cuando veo en mobiliarios públicos emblemas de la CNT, o la hoz y el martillo, y leyendas como “Anarquía” y similares, me pongo enferma. Alguien tendría que explicarles a los jóvenes picassos –y nadie mejor que padres y educadores- que los comunistas –con todo lo criticable de su doctrina- y los anarquistas, se dedicaban a otros menesteres muy distintos a los de ensuciar lo que es de todos y todos pagamos.
Me cuesta mucho esfuerzo criticar a los jóvenes, sean como sean, pero ellos deben aprender que vandalismo es una cosa, y rebeldía otra muy distinta. Deben saber que en los años diez, veinte y treinta del pasado siglo, ante los anarquistas –esas siglas, CNT, que ellos pintan tan alegremente- presentaba sus obras García Lorca. Que los obreros, con sólo un día a la semana de descanso después de sesenta o setenta horas de trabajo semanales, acudían a los ateneos a escuchar conferencias, leer a Flaubert y la prensa, y otras actividades culturales. Por lo tanto, machacar el mobiliario comunitario, no entraba en sus actividades.
Que la rebeldía es algo inherente a la juventud, es algo que todos sabemos, pero la rebeldía, o la reivindicación de las libertades, no significa destrozar lo comunitario. Las libertades las reclamaron los de la CNT luchando contra el fascismo, muriendo por ello, padeciendo cárcel y todo tipo de penalidades.
Tampoco rebeldía equivale a conseguir una moto –generalmente pagada por los papás- acelerar a tope y molestar, a la una de madrugada, a diez mil ciudadanos. O irse a las zonas de copas y molerse a palos con otro mortal. Todo eso es vandalismo, gamberrismo, o como quieran llamarlo.
En los próximos días, en Soria, y con motivo de las Fiestas de San Juan, habrá mucho de eso. Como si los jóvenes (algunos) hubieran estado trabajando a pleno sol durante todo el año, sesenta horas a la semana, salen como vaquillas del toril para llevárselo todo por delante. Restos de vomiteras, vasos a diez metros del contenedor, cristales, todo ello en cantidad de toneladas, inundarán la ciudad, sin ningún respeto por nada ni por nadie, ni tan siquiera por los currantes de la empresa de limpieza. Por no hablar del escándalo por todas las calles de Soria. Esto es transportable a cualquier ciudad, villa o aldea de la llamada piel de toro.
Esto en vandalismo.
Yo conozco otra forma de reivindicación de los jóvenes, y voy a ejemplarizarlo en Iván Aparicio. Él es un rebelde necesitado de alimentar esa rebeldía con el conocimiento. Imposible será verle haciendo pintadas absurdas, destrozando bancos, ensuciando su ciudad o molestando al vecindario. Prefiere presidir la Asociación de la Memoria Histórica, ayudar a la de diabéticos, crear asociaciones juveniles, irse a Honduras para ensanchar sus conocimientos y su alma, acudir a manifestaciones justas y cosas por el estilo. Esto es rebeldía.
Por favor, que alguien les explique a algunos jóvenes la diferencia entre ese concepto y el de gamberrismo.

martes, junio 09, 2009

Las elecciones del aborto libre

El mapa resultante de las últimas elecciones europeas da miedo. El color azul es indicador de la derecha, de toda la derecha, hasta de la extrema. Entre ese azul que marca el mapa de las últimas elecciones, están también los xenófobos, los que hace unos años necesitaban a los sudacas, negratas y otros inmigrantes para que recogieran la fresa, barrieran las calles, quitaran la mierda en general, y ahora, les molestan porque, según ellos, les están quitando el pan de los hijos, y es necesario que se vuelvan por donde vinieron, a poder ser en pateras, y ya se les llamará más adelante, cuando el europeíto medio esté de nuevo tranquilo.
Siempre he dudado de si existe derecha moderada, a la hora de la verdad, cuando pierden los estribos, o un fallo del subconsciente les juega una mala pasada, aparece la derecha pura y dura. No asilvestrada, como he leído a veces. La derecha no está asilvestrada, está perfectamente disciplinada, con ese sometimiento a las consignas que ya se dieran en épocas pasadas, y que tan buen resultado da. Lo que se juegan no es poco: el dinero y el poder, lo que siempre le ha gustado a la derecha. Recordemos que los conceptos de izquierda y derecha son relativamente modernos, antes había amos y esclavos, amos y obreros, el poder y los desgraciados, y ese gen parece ser que todavía forma parte de los dirigentes conservadores.
En cambio, la izquierda sí está asilvestrada, es jovenzuela, inexperta, cree todavía que la razón le llegará dada por el hecho de tenerla y muchos de la que la componen no tienen el suficiente conocimiento –como joven e inexperta- para saber cómo juega la derecha.
Decía hoy Iñaki Gabilondo que “es el tiempo del cinismo”, en referencia a la magra factura que los italianos le han pasado a Berlusconi. Este personaje, como otros de la derecha (léase Camps, Aguirre, el presidente de la diputación de Castellón, etc.) se permite el lujo de reírse de la izquierda y hasta de mearse en ella, si necesario fuera. Les votan para decirles a los antiguos esclavos que pase lo que pase, el búnker es el búnker y vota. Mientras, la gente de izquierda se pierde en disquisiciones filosóficas y éticas.
En realidad, las elecciones europeas no las han ganado ni la derecha ni la izquierda, las ha ganado la abstención, y este hecho es de análisis menos simple, pues entre esos abstencionistas hay de todo: desganados, escépticos, jóvenes desorientados, anarquistas… Personas que no quieren participar en esta feria, en esta democracia tan desoladora, que no quieren apoyar a políticos tan alejados de los problemas reales, cuando no corruptos. Unos políticos que han hecho una campaña electoral de vergüenza, tirándose los platos a la cabeza, voceando de todo menos de Europa. Una derecha española deseando de volver a hacerse con el poder al precio que sea y una ¿izquierda? abrumada por los problemas económicos de los que la derecha dice tener la solución, pero que no la propone hasta llegar al poder. Algo que, de ser cierto, que no lo es, sería causa de delito.
Pero tampoco este numeroso grupo que ha ganado las elecciones propone alternativas, se une para hacer frente a quienes, inevitablemente, con los votos que se hayan emitido, nos van a gobernar. Les da igual, la política es como el deporte de competición, patada en los testículos y a ganar, aunque en las gradas esté sólo la madre que los parió o que les votó.

viernes, mayo 15, 2009

El deporte, que no cesa

Acabo de ver, en CNN+, una entrevista al doctor Villarejo, un neurocirujano notable. Cuando ha finalizado, he pasado a TV2, y se podía ver un partido de tenis. Por lo visto durante todo el día la 2 ha estado dando por saco con el tenis, ya que, a las 15,30 de la tarde, cuando me dispongo a ver, como todos los días, Saber y ganar, había tenis también. Esta falta de respeto total a las minorías, de la televisión pública, es ya algo público y notorio.
El choque de la visión del doctor Villarejo y del partido de tenis, me ha sugerido varias preguntas y, sobre todo, varias reflexiones.
Parece que en España no hay más actividad, a la hora de mostrarla públicamente, que el deporte y la política. No existen, por ejemplo, dramaturgos, científicos, economistas, escritores –y no me refiero a hombres espectáculo-, compositores, artesanos, pedagogos, no sé, podríamos estar mucho tiempo escribiendo nombres de profesiones y oficios respetables, que cada cual añada los suyos.
Por ejemplo, no deben representarse ya obras de teatro, porque la televisión pública hace mutis por el foro. Ni exposiciones de pintura en las que recrearse durante horas. Ni tampoco museos españoles, o foráneos, que recorrer. Tampoco deben quedar artesanos a los que entrevistar y aprender con sus trabajos, o trashumantes a los que seguir durante días en su caminar.
¿Se da cuenta la televisión pública de la grandísima propaganda que hace a los deportistas y lo que eso supone en detrimento de otras actividades? Los ha convertido en hombres anuncio, que ganan cantidades enormes de dinero, gracias a esa publicidad, y que en algunos casos, ese dinero no repercute en las arcas del Estado, porque están domiciliados, a efectos fiscales, en otros países.
¿Están seguros los que dirigen el ente, de que a la mayoría de los españoles –y sobre todo españolas- nos interesa ver horas y horas de deporte en la 2, a veces en la 1, y en ocasiones en las dos?
Con seguridad, no. Muchos estarán más interesados en saber quién es y qué hace determinado Nobel de la Paz. Cómo interviene una columna el doctor Villarejo, por ejemplo, incluso verlo en directo.
De paso que eso se ve, se muestra a la sociedad esa sociedad real, compuesta de cientos de profesionales y actividades, se les motiva, a unos para que sigan haciendo su trabajo lo mejor posible, y a otros para que aprendan a estimar y a comprender que, en la vida, hay motivos para soñar con llegar a ser algo más que un futbolista famoso o un tenista cachas o un piloto temerario.




miércoles, mayo 06, 2009

Alianzas perversas

Muchos españoles estamos más que hartos de aguantar a nuestros políticos, y caemos en la tentación de decir que pasamos de ellos, aconsejar no votar, y cambiar noticias de tema político por otras más amables, si es que las hay.
Pero no les subestimemos, pues buena parte de nuestra vida está en manos de ellos, y les da igual recibir tres votos que tres mil, con esos tres ellos gobiernan, manejan los cuartos, hacen leyes y se arrogan el derecho a decidir sobre todo aquello que nos concierne. Por lo tanto, el problema, para quienes no creemos en este sistema, es bastante peliagudo.
Ver cómo en plena crisis económica, un Aznar cada vez más ensoberbecido, manifiesta sin que el bigote se le inmute, que él tiene la solución para esta crisis, y se la guarda, resulta irritante. Otra cosa sería que esa solución tan bien guardada nos cuadrara a la mayoría –supongo que no-, e incluso que su aseveración no sea más que una payasada, lo más seguro.
Pero es que, al parecer, toda la derecha tiene la salvación en sus manos, según ellos, y también se la guardan, lo que, para futuras convocatorias electorales, el que vote, debería pensarse muy bien el confiar en ellos, ya que, si sabiendo cómo salir de este callejón, se lo han guardado, fiarse de ellos es un suicidio.
Vayamos al tema de las alianzas. ¿Cómo es posible que se les llene la boca de democracia y no haya forma en este país de que vote la lista más votada? Esto no es más que una burla a los ciudadanos, quienes, impertérritos, siguen votando.
En qué cabeza cabe el pacto hecho para Euskadi entre el PSOE y PP. Está claro que les ha unido el odio a un partido nacionalista, porque ellos, más nacionalistas que nadie, no pueden soportar que durante treinta años haya gobernado, y bien por cierto, el nacionalismo vasco. Sólo han sido capaces de pactar, de formar una alianza a sangre y fuego, para echar del gobierno vasco al PNV, mientras que asuntos de la mayor importancia en estos momentos concretos, como es la crisis económica, se la trae al fresco.
Si malo es esto, los argumentos empleados por políticos y comentaristas afines a los grandes partidos, han sido, cuanto menos, denunciables. No parece si no que Ibarretxe ha promocionado a ETA, cuando el hombre y su partido, han denunciado de todas las formas posibles la existencia de la banda. ¿Que el PNV coincide en muchos planteamientos con ETA? Pues sí, claro, son abertxales, son nacionalistas vascos, están en su derecho de ser lo que les dé la gana, menos terroristas, que no lo son, porque a los primeros que no les interesa el terrorismo de ETA es al PNV, como se ha visto.
Una pena estos dos grandes partidos. Deseo que desaparezcan cuanto antes y sus miembros, muchos muy valiosos, vayan por libre. Todavía soñar es gratis.

lunes, mayo 04, 2009

Si, es indecente

Con mucho gusto cedo este este espacio al escrito que me ha remitido Iván Aparicio, y que me llega firmado, y hasta con los DNI's, que mantengo. Gracias, José Miguel y María Ángeles
Ha dicho la Presidenta de la Comunidad de Madrid que es indecente que mientras la inflación es -1%, los funcionarios además de tener plaza fija, tengan una subida salarial del 5% (gran mentira por cierto), Objetivo congelarles el sueldo.
Me gustaría transmitirle a esta Sra. lo que considero indecente. Indecente, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado 3.996 pudiendo llegar con dietas y otras prebendas a 6.500 €/mes; Indecente, es que un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera;
Indecente es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca, (siempre por unanimidad, por supuesto y al inicio de la legislatura); Indecente es comparar la jubilación de un diputado y el de una viuda; Indecente, es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste con siete y los miembros del gobierno para cobrar la pensión máxima solo necesiten jurar el cargo; Indecente es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF; Indecente es colocar en la administración miles de asesores, amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados; Indecente es el millonario gasto en mediocres TV autonómicas creadas al servicio de la pervivencia en el trono de políticos más mediocres;
Indecente es el ingente dinero destinado a sostener los partidos aprobado por los mismos políticos que viven de ellos; Indecente es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (y no digamos intelectual o cultural); Indecente es el coste que representan a los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes siempre en gran clase y tarjetas de crédito por doquier; Indecente es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año; Indecente es que sus señorías cuando cesan en el cargo tengan un colchón del 80% del sueldo durante 18 meses; Indecente es que ex ministros, ex secretarios de estado y altos cargos de la política cuando cesan son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público; Indecente es que se utilice a los medios de comunicación para transmitir a la sociedad que los funcionarios solo representan un coste para el bolsillo de los ciudadanos; Indecente es que nos oculten sus privilegios mientras vuelven a la sociedad contra quienes de verdad les sirven.
Mientras hablan de política social y derechos sociales? Qué indecente.
José Miguel Gómez Villanueva D.N.I. 13.711.989-X María Angeles Buenaposada Cano 13756988K

sábado, mayo 02, 2009

Manifiesto 1º de Mayo


Manifiesto leído en la manifestación del 1º de mayo por Iván Aparicio en representación de la Asamblea Anticapitalista de Soria

Podríamos hablar de qué es lo que no cuadra en el sistema actual tanto tiempo como el que va a durar la estafa de la nueva crisis.


Estafa no sólo porque el capitalismo en sí es una estafa a costa de todo y de todos, sino porque podría acabarse con la crisis en 48 horas cambiando el “tongo” del euro por una moneda más barata, lo que acabaría también con mucho dinero negro.


Los derechos de los trabajadores y de todas las personas están retrocediendo y perdiéndose. Además esas pérdidas son proporcionales al nivel de pobreza. Aquí empiezan a desaparecer derechos constitucionales, como el trabajo, por ejemplo (y con la pérdida de ese derecho cualquier derecho de adquisición) y en Palestina se pierde el derecho a la vida a la paz, entre otros.


No hay que acabar esta protesta diciendo lo mal que está todo, porque aparte de que sería un insulto a la inteligencia, nos ha empezado a tocar sufrirlo y pagarlo en serio, sólo porque a algunos les ha tocado elegir entre personas y dinero. No hemos querido, en definitiva, exigir o pedir nada, ni al aire ni a los que SABEN cómo acabar con las injusticias.


Nadie está ayudándonos, como mucho se aplica la ley de los que nos roban y nos mienten, eso si no hay otros intereses en contra, aplican la ley de los que provocan la crisis y jubilan a los responsables con pensiones millonarias. La ley de los que han inflado las burbujas especulativas hasta nos han reventado en la cara.


Nos han estado llevando a 200 km/h para seguir ganando cada vez más dinero y nos hemos salido del camino. Y quieren que nos creamos que la solución es ir a 300 por hora –el que logre agarrarse- y además atropellando al resto de personas.


Es el momento de organizarse. Despertar de la hipnosis mediática de las marionetas políticas.


Y ese es el único mensaje que queremos manifestar ahora. El fin de estas palabras no es la información, para eso ya vino Carlos Taibo, la finalidad de esto es el COMIENZO DE LA ACCIÓN.


La puesta en marcha inmediata de acciones locales tomadas en común desde lo que hemos venido en llamar “La Asamblea de Soria” o “Asamblea Anticapitalista de Soria”.


Para eso os citamos el miércoles, 6 de junio, a las 8 de la tarde, en el centro joven de la calle García Solier.

jueves, abril 23, 2009

Asociación Juvenil "La Aurora"

La nueva Asociación Juvenil os invita a sus dos primeros actos.




desde aquí:
podéis leer su Folleto informativo.

Paella por la República


El pasado domingo, día 12, en la plaza de San Clemente, se celebró el día de la República. Nica, como se ve en la foto, fue el encargado de cocinar una paella para todo aquel que quiso acercarse a conmemorar –con dos días de antelación- la votación de la II República Española, en 1931.


A la vez, se convocaba a los sorianos a la manifestación que tendrá lugar, en Madrid, el día 18 de abril, a las 18 horas, y que discurrirá entre Cibeles y Sol, bajo el lema de “Contra la crisis República”.


En el envés de la octavilla, puede leerse. “Todas las estructuras del Estado heredadas de la Dictadura, aparecen hoy de la forma más brutal. Es necesario romper con el orden constitucional de 1978, para hacer posible la III República”.

miércoles, abril 22, 2009

Gallarón, una taberna auténtica en Soria


Estaba una ya preocupada, pues aparte de “Vinos Lázaro”, en pleno Collado, no queda en Soria ningún establecimiento digno de llamarse taberna. Nada queda de todas aquellas que han recordado y descrito –muy bien por cierto- mis amigos Manolo Martínez y Joaquín Alcalde. Pues bien, desde hace un tiempo, poco, el Gallarón, ese establecimiento emblemático, próximo a la Colegiata de San Pedro, del cual pensábamos, al jubilarse su propietario, que se convertiría en un bar bien repleto de espejos y niquelados, cuando no en un montón de ruinas, ha tomado un rumbo inesperado con sus nuevos gerentes.
Han mantenido la propia cantina, la barra más “adornada”, con picatostes para los desayunos hechos a la antigua, o sea, pan remojado en un poco de agua con una pizca de sal, frito, y salpicado de azúcar. Han instalado unos biombos, unas mesas, creo que conté siete, y ofrecen un yantar como los cánones mandan, o sea, con sustancia. Un menú que cambia según mercado o lo que mande la despensa, compuesto por unos diez primeros y otros tantos segundos y postres. Unos menús acordes con la clientela, trabajadores de la zona que se dan prisa para acabar las reformas para las Edades del Hombre, más los clientes asiduos.
Contundentes patatas con carne, arroz a la cubana, sopa de cocido, pasta a la carbonara, o el más ligero pisto, espárragos o tomate a la Navarra. El típico bistec, el pollo asado o hamburguesas, boquerones, calamares o sardinas, somarrillo a la piedra… y los postres variados y caseros algunos, recomendable el pan de Calatrava. Y todo ello, asómbrense, por ocho euros cubierto.
El vino del menú, naturalmente, es corriente y moliente, pero tienen otros que se pueden demandar con un coste añadido. El orujo, como el resto, para estómagos preparados. Un consejillo, nada más, servir el vino en frascas.
Una taberna con olor a guisos caseros y conversaciones de gente currante, un establecimiento como debe ser y como se echaba en falta en Soria.

viernes, abril 03, 2009

El polígono y Numancia, otra vez



Había quedado para tomar café, frente a la iglesia de Santa María del Mar, de Barcelona, con una conocida que trabaja en la Facultad de Historia de la Universidad de Barcelona. Traía en una carpeta fotocopias, muchas fotocopias, sobre “el cerco a Numancia”, el moderno, el que ha saltado a la opinión pública por culpa del proyecto de un polígono industrial.
Todo lo que Carmen me enseñó ya lo había visto yo en la red. Desde mi punto de vista, una exageración, como este párrafo, que Carmen, de origen soriano, me mostró muy preocupada:

“Que dicho proyecto supondrá un grave deterioro del entorno de varios bienes patrimoniales protegidos-los citados Numancia y Cerco Romano de Garray y Margen izquierda del rio Duero; el Casco Antiguo de la Ciudad de Soria, la Iglesia y Claustro de San Juan de Duero, la Muralla medieval, la Iglesia Concatedral de San Pedro, la antigua parroquia de San Millán, etc. y provocará la destrucción del paisaje cultural que todo el conjunto conforma, paisaje cultural que debe ser considerado asimismo como un bien patrimonial protegible”.

La imagen que están dando de Soria y los sorianos, a través de textos como el precedente, está haciendo mella fuera de las fronteras provinciales. En muchos ámbitos nos están viendo ya como unos cafres insensibles, incapaces de mover una pierna para salir a defender Numancia.
Se han perpetrado bastantes disparates urbanísticos en Soria capital. Los alrededores de la concatedral, la calle Caballeros, el edificio del Collado que alberga una farmacia, la plaza de San Clemente, algunos de la propia administración, “la galleta” que está frente al palacio de Alcántara…, en fin, como muestra vale. De un tiempo a esta parte –no mucho, baste pensar en la calle Caballeros- parece ser que se tiene más cuidado en, al menos, mantener lo poco que queda en la capital, sino como conjunto –que ya no existe- al menos edificios notables aislados.
El polígono de la discordia, Soria II, en el caso de que se hiciera, ni deteriora ni destruye nada, ya se lo han dicho a los propietarios de los terrenos desde Europa, que no vulnera la normativa comunitaria. ¿Quiere darse la imagen de que las entradas a las empresas se harán por la Colegiata, y las chimeneas de las industrias sacarán los humos y gases tóxicos junto a la ciudad celtíbero-romana? Nada más lejos de la verdad. Los mapas, a veces y si no están reproducidos a escala, pueden resultar engañosos. A escala también, sobre todo si se utilizan unas muy grandes
Otra cosa distinta es que el polígono haga falta, que no la hace, digo yo, porque está muy avanzado el de Valcorba y ya quisiéramos verlo ocupado al cincuenta por cien, como el de Navalcaballo, y otros que rodean la ciudad.
El empeño en hacer ahí otro polígono industrial puede inscribirse en la tozudez inexplicable que a veces invade al ser humano, a la parte infantil del ser humano, pero nada más.

domingo, marzo 22, 2009

El Pla Caufec



Hace unos días, paseando con María Luisa por la que fuera villa de Sants hasta final del siglo XIX, cuando uniría su destino al de Barcelona, convirtiéndose en un Barrio de la ciudad Condal, entramos a la Ciudad Invisible, una cooperativa autogestionaria donde se venden libros, camisetas, CD’s y otros materiales no susceptibles de fachismo. Allí van formando un archivo de tinte libertario y unos carteles del mismo cariz. Tanto en la Ciudad Invisible como, días antes, en el Pabellón de la República, sito entre la Vall d’Hebrón y el Carmel, barrio que hiciera famoso Juan Marsé, encontramos fotocopias de la documentación del Archivo libertario Teresa Claramunt, que custodian en Manzanares (Soria).

En la Ciudad Invisible cogimos todo aquello impreso que ofrecen este tipo de establecimientos, comprometidos con lo que significa justicia social, como La Burxa y un folleto donde se podía ver una torre de Esplugues de Llobregat y la leyenda. “3 dies a les tres torres, 10 dies de pressó”.

Con rapidez se percibe que el tema va de especulación urbanística, pero a lo grande, y que está relacionado con la ya conocida, por la publicidad, Porta Barcelona y el Pla Caufec, donde están implicados la flor y nata de la especulación nacional. Se trata de 40 hectáreas entre los barrios de Can Viladet y Finestrelles, en la localidad de Esplugues de Llobregat, en las estribaciones de la sierra de Collserola.

Este proyecto de la familia Sanahuja, que comprende viviendas de lujo, dos rascacielos, un centro comercial y a saber cuántos proyectos más, como todo, gusta a unos y a otros no. Entre las razones de los que se oponen, aparece una que resulta importante, y es la carestía de la vivienda en Esplugues (creo que la primera o la segunda más cara de Catalunya), y la casi total ausencia de viviendas sociales.

Entre las acciones que vienen llevando a cabo, durante los últimos años, aparece una espectacular, y es la “estancia” de tres jóvenes, durante tres días, colgados de uno de los tres edificios más altos –hasta ahora- de Esplugues, conocidos como las Tres Torres. Una forma como otra de protestar, a lo que suponemos tendrán derecho aquellos que no estén de acuerdo con el plan. Esto sucedía en mayo del año 2007. La multa impuesta por la jueza Paula Pérez, fue de veinte días a tres euros diarios, 60 euros por persona colgada. Uno de los jóvenes se ha negado a pagar, a aceptar un arresto domiciliario y a realizar trabajos forzosos, es decir, se declaró insumiso, y el Juzgado decretó su ingreso en prisión durante diez días. De no hacerlo voluntariamente, desde el 9 de este mes de marzo, se encontrará en busca y captura.

La disidencia cuesta cara. Existen dos alternativas: callar o silencio. Como se puede leer en el impreso que nos ocupa, un mosso, en una acción contra el Pla Caufet, lo dejó claro: “para haceros callar tenemos dos armas: la pistola y el bolígrafo”, el segundo para poner multas.

No olvidemos que estos proyectos megalómanos, auspiciados por familias cuyo único fervor es el dinero, arrase a quien arrase, con la ayuda del sistema financiero y de los que se han dejado comprar, son los que nos han llevado hacia donde estamos aquí y ahora.

martes, febrero 17, 2009

La cacería del señor ministro


Los españoles nacidos hasta 1960, más o menos, recordamos perfectamente los reportajes del NODO y las fotos en periódicos y revistas, de la élite del franquismo participando en cacerías. Señoras con faldas de cuero y tocadas por ridículos sombreritos con plumas, señores con capas y botas altas, rodeando a su excelencia el generalísimo, quien miraba, embobado, a los pobres ciervos, tendidos, como sus súbditos, a sus excelentes pies.
Decían las malas lenguas, que en esas repugnantes cacerías se jugaba con el futuro del país, se hacían negocios, y las burguesas y nobles de bien, lanzaban el anzuelo a jóvenes cachas. Por supuesto, los hombres también. Aunque, dado el puritanismo del jefe de Estado, en esas reuniones se hacía la tienta, y después, en sus casas, hoteles o ciudades, se consumaba el asunto.
Las cacerías se llevaban a cabo, sobre todo, en la sierra de Jaén, donde la familia del marqués de Villaverde –yerno de su excelencia- tenía las posesiones que dedicaban al recreo y solar de Franco y sus secuaces, y siguen diciendo las malas lenguas, que los Gótor y Villaverde a punto estuvieron de arruinarse de tanto darle unto al suegro de su pariente.
En esas cacerías se veía de todo, hasta gitanillas impúberes que danzaban para los señores nobles y políticos. Se vio también –o mejor se supo- de unos perdigonazos que Manuel Fraga lanzó, por error, hacia el culo de Carmen Franco.
En Soria se practicaban también estos deleites cinegéticos, pero al parecer Franco nunca estuvo. Sí, en cambio, nobles y nobletes, a quienes los gobernadores de turno amaban tanto, que uno de ellos, a petición de un noble, hizo adelantar la temporada de caza unos días, previa publicación en el Boletín Oficial de la Provincia, allá por los finales de los años cincuenta.
Esas imágenes que acompañan a muchos españoles, hacen que hayamos aborrecido la caza desde siempre, aún reconociendo que el hecho de cazar honestamente, es algo que el hombre, en general, lleva en sus genes desde que el hecho de cazar no era un divertimento, sino una necesidad para conseguir proteínas.
Por todo esto, me ha disgustado (y hasta impresionado) tanto el ver a un juez presumiblemente progresista, y a un ministro del PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL, en una cacería.
Y creo que allí no hablaran nada de política o de la investigación esa –otra más- que está llevando a chorizos con pelos engominados (¿por qué tienen todos la misma imagen?), a la cárcel. También creo que la cacería fuera una trampa, pues no hay que olvidar que la programó un miembro del PP.
Me ha fastidiado, y bien, ver la imagen del ministro, con las cornamentas en la mano, y la del juez, mirando ensimismado a los pobres ciervos, con los cuerpos todavía flexibles, abandonados a la muerte. Es una imagen terrible por lo innecesaria. Hace ya muchos años que las proteínas las compramos en la carnicería.

viernes, enero 30, 2009

La insoportable incapacidad para comunicarnos


Dicen que si se lleva a cabo la anunciada huelga de jueces (esto es una contradicción en los términos o, como diría mi amigo Frías, “metafísicamente imposible”), ello supondría un atasco –otro más- en los juzgados españoles.
No me extraña que la Justicia esté atascada o apurada. Con sólo echar una ojeada a la prensa y a la televisión y una oída a la radio, es suficiente para darse cuenta de que los españoles, que hablamos casi tanto como los judíos, hemos llegado a la incomunicación más absoluta. Queremos que todo nos lo solucione la Justicia, a nivel particular y general. Y no nos conformamos con un veredicto, no, recurrimos una y otra vez.
En este país nuestro, tan caliente, tan latino, tan visceral, nos lanzamos unos contra otros sin ningún pudor. Por las herencias de los abuelos, de los padres, por las lindes de las tierras. “Nos veremos las caras en los tribunales”, y frases por el estilo, hacen que los expedientes vayan invadiendo salas y salas de los juzgados, amenazando con enterrar vivos a los funcionarios.
Otro grupo que obstaculiza la Justicia es el de folklóricas, gente de la farándula en general, familiares de familiares de famosillos y demás ralea, que acude a las televisiones para ponerse a parir, lanzarse dardos envenenados, llamarse el nombre del puerco para, a continuación ponerse querellas entre ellos, y recurrir si no les gusta la sentencia, y casi nunca les gusta.
Nadie ha llegado todavía al fondo de ese sabio refrán, que dicen es la maldición del gitano: “Juicios tengas y los ganes”.
Desde hace unos años, los políticos en la oposición se han suscrito a esta forma de entender el quehacer legislativo. Las leyes se hacen en el Congreso de los Diputados, se refrendan en el Senado, y el Ejecutivo las aplica, lo normal en un sistema democrático imperfecto, como todos. Pero al partido de la oposición no les gustan y acuden a todos los escalones que el sistema judicial les ofrece. Si la Justicia fuera un empresa que cotizara en bolsa, se entendería, hay que mover el negocio, pero siendo, como es, un poder que cuesta mucho dinero a las arcas del Estado, no acaba de entenderse.
El último episodio ha sido el de la Ley para la Ciudadanía. No le gusta a la derecha, pese a ser una de las leyes más equilibradas y sensatas del actual gobierno –será por eso-, donde no se adoctrina, donde se enseña a convivir en una sociedad moderna. Han perdido en el Tribunal Supremo, pero no se dan por vencidos, ahora recurren al Constitucional.
Si no fuera la cosa tan seria, diría como mi amigo el Ruiz, “así me gusta, que se diviertan”.
El agobio del sistema judicial, lo único que demuestra es la insoportable imposibilidad de comunicarnos. Otro fallo más de la sociedad actual. Cuando algo se nos tuerce, la ira nos invade, y en lugar de hablar, que lo solucione un juez, con quien tampoco estaremos de acuerdo si no nos da la razón.

sábado, enero 17, 2009

No es esto, no es esto


Palabras de Ortega y Gasset (“¡No es esto, no es esto!”), refiriéndose al cariz que habían tomado los acontecimientos, una vez puesta en marcha la II República Española. A mí me apetece más utilizar la expresión para con el Estado de Israel.
Muchas personas de mi generación (y adyacentes), hemos sido a lo largo de nuestras vidas pro-judías. Esta querencia venía, sobre todo, del corazón, y después se fue afianzando en la razón. Venía del corazón por el genocidio cometido contra los judíos (entre otras religiones y etnias), por parte del Estado Alemán, con Hitler al frente.
Cuando tuve capacidad de raciocinio, mis lecturas fueron, en su mayoría, sobre los judíos. La expulsión de España –Sefarad-, los pogroms rusos de finales del XIX, la intelectualidad judía repartida por el mundo, el Juicio de Núremberg, y novelas y libros relacionados con el tema, aquella maravilla de Éxodo, cuya película protagonizó Paul Newman. Recuerdo que me sabía de memoria las votaciones en las Naciones Unidas, en 1947, y las negociaciones entre unos y otros.
Fueron años de entusiasmo con Ben Gurión, Moshe Dayán y su bravura, después Golda Meir y sus viajes a EE.UU. en busca de dinero para hacerlo todo, absolutamente todo. Los judíos del mundo, por fin, tenían un Estado, se recibía a todo el mundo. Se acabaron para siempre los ghettos, las persecuciones, las expulsiones. Los kibutzs fueron –y siguen siendo- un ejemplo de economía y vida comunitaria y socialista. Desde el avión, me dijeron, se divisaba una mancha en el amplio desierto, una mancha verde, era Israel.
Creo que la mayoría de la gente de mi generación, siguió con pasión, en 1967, la Guerra de los Seis Días. Todas las fuerzas de cuatro estados árabes contra Israel, que en seis días ventiló el tema. Nadie que pertenezca al mundo musulmán quería, ni quiere, la existencia del Estado de Israel. Un estado donde conviven beduinos, judíos, cristianos y musulmanes.
Sin prisa pero sin pausa, las cosas han ido cambiando. En parte porque las nuevas generaciones no han vivido lo que vivimos nosotros. También porque la memoria es frágil, y los israelíes jóvenes han olvidado lo que sus antepasados sufrieron por la década de los cuarenta. Tan frágil, que hace pocos meses, detuvieron en una ciudad de Israel a un grupo de nazis. Aunque parezca imposible, así es. Y también porque un día apareció el grupo Hamas en escena.
Hamas, según su propia filosofía, sólo existe para aniquilar el Estado de Israel. He buscado fotos de esta organización, y son estremecedoras. En una de ellas, aparece un niño de unos cinco o seis años, armado hasta los dientes. Hamas, eso ya lo sabe todo el mundo, está considerada por la Asociación para la Defensa de los Derechos Humanos (creo que se llama así), por Europa, Estados Unidos, Australia y no sé cuántos estados más, una organización terrorista que ha cometido y comete crímenes contra la humanidad.
¿Justifica esto la reacción del Estado de Israel contra la Franja de Gaza? Desde mi punto de vista, no. Ni esto, ni que desde que la OLP se refugió, o actuó, en el Líbano no han quedado ni los cedros, ayudados, desde luego, por las guerras civiles entre los libaneses.
Un estado de pleno derecho, como lo es el de Israel, tiene otros métodos para solucionar problemas de terrorismo sin meter los tanques en las ciudades, matar indiscriminadamente y provocar una masacre entre la población civil. Un estado tiene, o debe tener, argumentos y, sobre todo, sensatez para evitar las provocaciones. No debe, sobre todo, ponerse al mundo en contra.
Comprendo el temor de sentirse rodeado de naciones que quieren su aniquilación, la impotencia ante los fundamentalistas que, de los dos sexos y desde la tierna juventud, se meten en transportes públicos con un cinturón mortal. Pero la desproporción de fuerzas resulta insoportable a los ojos del mundo, entre los que me incluyo.
Y el Estado de Israel, habitado en su mayoría por judíos, no debe ponerse enfrente al mundo. Todavía, en muchas sociedades, están demonizados como, por desgracia, lo han estado siempre. Si hace siglos lo eran hasta de las epidemias de peste, y los piadosos cristianos lo solucionaban quemando las juderías y, por supuesto, apoderándose de sus tesoros, ahora, si siguen así, acabarán siendo los culpables, y esta vez con razón, de que estalle el polvorín de Oriente Medio.
¡No es esto, no es esto! Con lo que hablan los judíos, pese a la mezcla de lenguas, sería estupendo que emplearan esta facilidad para solucionar, de una vez por todas, los problemas.


martes, enero 13, 2009

Sus Señorías


Parece ser que los jueces de este país están convencidos de su infalibilidad. De lo que no cabe duda es de que la mayoría de ellos caminan aquejados de una soberbia insoportable. Creo que para llegar a impartir Justicia –algo tan complicado sobre lo que ya filosofaba Clemence, el personaje de Camus en La caída- es necesario estudiar una carrera de Derecho y después prepararse unas oposiciones. Ni más, ni menos.
Una vez ocupado el sitial correspondiente en alguno de los estamentos donde se va a ejercer de juez, por mucho que se revistan de pelucas, se cuelguen las togas, miren directamente a los ojos del juzgado, o se entretenga mientras el secretario lee o los abogados alegan, el juez sigue siendo un licenciado con oposiciones aprobadas. Y, lo que es más importante, un ser humano.
Los seres humanos –algunos- que han creado todo este tinglado de sociedad que intenta ahogarnos, si no se tiene la suficiente fuerza para pasar de todo ello, somos los hacedores de lo bueno, de lo malo y de lo peor.
Los filósofos (Platón en más destacado), seres humanos también, distinguieron entre el mundo de las ideas y el de las sensaciones. Que ningún juez crea, ni tampoco ser humano alguno, que tiene algo que ver lo uno con lo otro. La Justicia es un concepto bastante alejado de una sentencia firmada por el juez que sea. El juez es un ser humano, el secretario también, los abogados que han defendido a uno u otro, supuestamente también son seres humanos. Aunque cuando se han seguido temas tan duros como el de la pequeña Alba, y hemos escuchado, por parte de los abogados del útero con patas y su compañero, pedir la absolución para esos dos cánceres de la sociedad, comenzamos a dudarlo. Y recuerdo el comentario de un novelista barcelonés cuyo nombre he olvidado, afirmar que la delincuencia (sobre todo este tipo de crímenes como el de Alba) no acabará hasta que no entren en prisión los asesinos y sus abogados.
Sigamos con los jueces. Como humanos que son los señores magistrados, cometerán errores, aún en el caso probable de que hagan lo imposible por evitarlos. ¿Tanto cuesta reconocerlo, asumirlo y pedir disculpas? Si humano, muy humano, es errar, tanto lo es asumirlo y someterse, ellos también, a la Justicia.
Esa es la verdadera asignatura pendiente de los distintos gobiernos que hemos padecido. Dotar a la Justicia, sí, pero meter en vereda a los componentes de ella. Situarlos en su calidad de funcionarios y de humanos, y bajarles del pedestal de la divinidad.