martes, noviembre 22, 2011

Ya empezamos


Cuando un partido comienza a gobernar, lo primero que hace es tomar una decisión epatante, algo así como la marca de lo que va a suponer su gobierno.
Felipe González se lanzó a la reforma de la Administración de manera urgente, en 1982, y dos años y pico más tarde –total, poco tiempo si se tiene en cuenta que salíamos de una larga dictadura- ordenó abrir la verja de Gibraltar.
Nada más ganar las elecciones en 1989 –recordemos que González gobernó durante cuatro legislaturas- subió las pensiones como nunca se había subido, ni se subirán. Creo que recordar que un cuatro o un cinco por ciento.
¿Qué hizo Aznar en sus dos legislaturas? Liberalizó primero el suelo, y en la siguiente el sector inmobiliario.
Zapatero, por su parte, nada más llegar a la Moncloa en el año 2004, retiró las tropas de Irak.
A menos de cuarenta y ocho horas del recuento electoral del pasado 20 de noviembre, Mariano Rajoy, o sus ministrables, manifiesta que no hablará con Amaiur, recién creado partido vasco, al que han votado casi trescientos mil ciudadanos.
Por cierto,  que los nuevos padres y madres de la Patria empezarán a cobrar desde el lunes. Y digo yo, que en algunos casos, o en muchos, habrá duplicidad de soldada.
Y esto no ha hecho más que empezar.

5 comentarios:

angel dijo...

No me gusta que la gente llana se coloque a un lado a otro del espectro político con la misma forma de proceder que vemos en los hinchas del fútbol. Solo sé que en los últimos años, digamos quince, pero especialmente en los 8 últimos, cada vez se ve en España, con toda desfachatez, el lujo, los cochazos, las joyas, la gran vida que se lleva aproximadamente el 20% de la población (casi todos los políticos incluidos), mientras que el 80% ha descendido a las hipotecas impagables, la reducción de salarios, los despidos y aumenado las desigualdades entre regiones o comunidades autónomas. El desamparo de las personas como consumidores, ante las grandes empresas, o ante la delicuencia, es total porque lo primero que han hecho los políticos que mandan ha sido privar de medios a la Justicia (para que no les afecte a ellos mismos). Más grave aún: la mejor juventud y más preparada se ha ido yendo de España, sencillamente porque la mediocridad y la demagogia de los que mandan la han echado. Esa es la realidad que yo veo, a la cual dudo que ponga mucho remedio el nuevo gobierno, quizá porque los votantes tampoco parece que lo exigen.

Anónimo dijo...

Ni me gustan los que han dejado el poder no solo por su nefasta gestión, sino por aferrarse a él como lapas, cuando podían haber convocado elecciones anticipadas para no traicionar, presuntamente, su programa, por no hablar de saqueos de sus dirigentes como los ERE de Andalucía, ni tengo grandes esperanzas en quienes los han sustituido. No obstante, seamos ecuánimes y no juzguemos a Mariano Rajoy, que todavía no ha comenzado a gobernar. ¿Lo de Amaiur? Yo, inequívocamente, estoy del lado de las más de 800 víctimas inocentes. ¿Ha condenado Amaiur sin ambages la violencia de los independentistas? ¿Ha exigido la entrega incondicional de las armas? Entre víctimas y verdugos no puede existir ni equidistancia ni relativismo.

Anónimo dijo...

El mayor o menor respaldo de los ciudadanos, aunque los partidos hayan sido legalizados, no es forzosamente signo de legitimidad de las actuaciones de éstos. Recordemos que el partido nazi de Hitler subió al poder con los votos de millones de alemanes y lo que pasó después está más que sabido.

Anónimo dijo...

Pues sí que han empezado a cobrar pronto los hombres públicos y las mujeres públicas. Y pensar que todo quisque primero, trabaja y, al final de mes, cobra... cuando cobra, claro.

Manuel de Soria dijo...

Decía Vázquez Montalbán, en la línea de lo que apunta Ángel al comienzo de su comentario, que él prefería ser forofo del fútbol que serlo de la política y la religión; y no le faltaba razón al prolífico escritor, entre otras facetas, conociendo el paño, mal paño, que hay en esas arcas llamadas Congreso, Senado, Autonomías... salvo honrosas excepciones. Del fútbol y la religión no toca hablar ahora.
El artículo de Isabel mueve a algunas reflexiones. Es cierto, como alguien apunta, que quizás sea prematuro juzgar a Rajoy, cuando todavía no ha tomado posesión y, por tanto, no tiene aún responsabilidades de gobierno. Pero esa declaración de intenciones de no hablar con Amaiur quizás se nos antoje un tanto precipitada, y esperemos que el tiempo no le pase factura, habida cuenta que, por activa y pasiva, se ha pedido al mundo abertzale, desde distintas instancias, que solamente por vías democráticas se puede entrar en la contienda política. Y Amaiur puede alegar que ellos están dispuestos a cumplirlas, avalados por una lista que ha conseguido un buen número de votos.
Por otra parte, Daniel Portero, hijo de uno de los cientos de asesinados por ETA, se quejaba amargamente hace unos días en un artículo de prensa de que Amaiur podrá acceder a la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados y, por tanto, a materias clasificadas por la Ley de Secretos Oficiales, es decir, amenazas terroristas como pudiera ser ETA y su entorno, con la paradoja de que podrá saber cuáles son las informaciones secretas sobre la lucha contra la propia ETA, recordándonos que, dentro de Amaiur, el abogado de ETA Iker Urbina es diputado por Álava, con experiencia en todos los procesos contra ETA y su entramado y una persona con suficientes conocimientos como para facilitar esta información secreta a la Izquierda Abertzale.
Difícil papeleta, sin duda, para Mariano Rajoy. Por cierto, y hablando de condenas, hace seis años que el Parlamento Europeo condenó el régimen de Franco con la oposición de Mayor Oreja. ¿No somos todos demócratas? Pues eso. Difícil papeleta, sí, señor Rajoy.