lunes, agosto 11, 2014

Los huertos de la Fuente del Caño



En una zona degradada del municipio de Soria, el Ayuntamiento tuvo el acierto de diseñar alrededor de cuarenta parcelas para dedicarlas a huertos, que han ampliado en la presente campaña a otros tantos.
Casi unido a estas parcelas, hace unos años ordenaron otro espacio, que enlaza con la carretera que conduce al polígono industrial. En este, han recreado las distintas comarcas de la provincia, con la flora propia de ellas, donde en invierno los niños de los colegios van a plantar un árbol que después cuidan, ellos o la familia, o los propios jardineros. Es un lugar delicioso, con plantas aromáticas, pinos, acebos y otras especies, que van creciendo poco a poco, y que si ahora es hermoso, con el paso de los años lo será todavía más.
En cuanto a los huertos, bien delimitados, con agua a pie de cultivo, calles de piedrecillas, servicios sanitarios y pequeña zona de recreo, es un acierto tan relevante, que no podemos dejar de mencionarlo.
Recuerdo que hará unos quince años, vi una zona semejante en Almazán, los llamaban, y los siguen llamando, “los huertos socialistas”, porque la idea surgió de ese partido que entonces gobernaba la villa adnamantina.
Por los huertos de Soria pasan horas jubilados y personas en activo. Allí, la clase social importa poco. Médicos, profesores, inmigrantes, la Cruz Roja, todos convivimos por unas horas, cultivando, regando con agua de la fuente del Caño, cosechando (más o menos), regalándonos unos a otros las primicias, aprendiendo los más jóvenes de los mayores, en un ambiente tan cordial como es capaz de proporcionar la naturaleza, o sea, muy cordial.
Así que, si a veces somos críticas, necesariamente críticas tal vez, o subjetivamente, ahora hemos de agradecer y aplaudir esta iniciativa que, además de regenerar un espacio perdido, consigue que casi cien familias sean algo más felices, o menos desgraciadas, depende de cada cual.
El excedente de frutos (no demasiado), puede ser entregado en el huerto que cultiva la Cruz Roja, a fin de ser repartidos entre los más necesitados.
Todo un acierto.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo de los huertos, muy bien; lo de las márgenes del Duero, muy bien; pero vaya m. lo del Espolón y los despropósitos de no uno (Olivo), ni dos, ni tres, ¡cuatro aparcamientos subterráneos para una ciudad de 38.000 habitantes. ¡Qué fuerte!