viernes, noviembre 29, 2019

La represión franquista Mujeres republicanas en Jaén




Con motivo de mi última visita a Jaén, mi lugar de nacimiento, siempre anhelado, un muy querido amigo, Juan Carlos Roldán (además de familia en no sé qué grado, pero seguro que tenemos una tatarabuela común, por nuestra condición de descendientes de otiñeros), me regaló dos libros de los que me gustan y con temas sobre los que trabajo en Soria, la represión franquista. Comíamos exquisiteces en el restaurante Dama Juana, con Eva, su mujer, y Juan Carlos hijo, una semana antes de que obtuviera la Estrella Michelín, cuando me fijé en el nombre de la autora de Mujeres Republicanas en Jaén: Carmen Rueda Parras. Le hice unas cuantas preguntas a Juan Carlos y sí, era ella, Carmina, la hija de Pepe y Conchita, a quien nosotras llamábamos tíos. La última vez que nos vimos fue en Tona (Barcelona), en casa de su tía Loli, cuando Carmina empezaba su relación con quien más tarde sería su marido. De eso hace más de cincuenta años. Otra vez la infancia, otra vez los recuerdos...

Carmen Rueda Parras es maestra, historiadora, investigadora y miembro del Seminario Mujer, Ciencia y Sociedad de la Universidad de Jaén. Son varios sus libros publicados. Concretamente Mujeres republicanas en Jaén, está editado por Madara Editoras, este año de 2019, con el apoyo de la Asociación para la recuperación de la Memoria Histórica y por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

El Monasterio de Santa Clara en la actualidad

La publicación se divide en tres partes más una de anexos. En los expedientes de las mujeres represaliadas en Jaén aparecen por orden alfabético. Tienen en común, además de la ideología, que la mayoría son viudas, de lo que se deduce que los compañeros o bien habían muerto en el frente, o ya habían sido fusilados. También la mayoría son analfabetas y con oficios humildes: las más jóvenes sirvientas, de otras afirman en los expedientes su oficio de prostitutas, sus labores (su sexo), vendedoras de verduras, lavanderas, capacheras y algunas panaderas. Las edades de estas mujeres oscilan entre los 17 y los 80 años, esta última falleció en la cárcel de Santa Clara, donde se mantenían presas a casi todas, aunque algunas también fueron recluidas en el convento de Santa Úrsula.

¿Por qué fueron represaliadas estas mujeres? Pertenecer a la UGT o alguna otra actividad u organización relacionada con los años ilusionantes de la II República. Pero en otros casos los cargos eran insultos a la autoridad, gritar porque le matan al marido, por la delación de unos vecinos que escucharon al pasar por una ventana los lamentos de una madre por tener a sus tres hijos condenados a muerte... Las autoridades militares, una vez acabada la guerra, actuaban igual en toda España. En Soria llegaron a acusar a una mujer de haber envenenado al gobernador militar, quien falleció en el hospital a causa de una septicemia por herida de brazo en un accidente. El caso es que algunas de estas mujeres de Jaén fueron ejecutadas o morían en la cárcel. Especialmente sangrante fue la ejecución de Dolores García Negrete, esposa del médico y presidente de la Diputación de Jaén, Federico Castillo Extremera, madre de 14 hijos, viuda, en este caso por haber fallecido el doctor Castillo a causa de un cáncer. Fue asesinada, como tantos otros, en el cementerio de San Eufrasio, a los 53 años.

 En las tapias del viejo cementerio de San Eufrasio se asesinaron a muchas jiennenses

Frente a los datos estadísticos, Carmen Rueda, en Anexos, da el toque más humano a toda esta historia -historias- de sangre y dolor. Son retazos de entrevistas a mujeres represaliadas, o el sobrecogedor relato de la muerte de Milagros Montañés Martos, “La Perejila”, o las fotos de quienes han sobrevivido y, muy especialmente, la carta que el padre de Isabel Burgos le dirige a su hija, cuando está esperando que le asesinen.

Por mucho que se escriba sobre el tema de la Guerra Civil, nunca será demasiado. Es necesario conocer con todo detalle lo que se ocultó, lo que se falseó, no sólo durante tres años, si no durante todo el franquismo.
Gracias Carmina.




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