Hace unos días aparecía en el Diari de Tarragona una noticia titulada “Presos reforestarán Vandellòs”. Aunque este era el titular, la noticia tiene mucho más calado. Es el ejemplo de cómo una entidad bancaria, La Caixa, colabora con una institución catalana, la Diputació de Tarragona, para llevar a cabo proyectos de medio ambiente que interesan a la mayoría de la ciudadanía.
Estos proyectos, de tres años de duración, suponen el desembolso, por parte de la Caixa –y supongo que también de la Diputación-, de un millón de euros. Se van a invertir en la limpieza de rieras y torrentes de la comarca del Baix Penedès; en la recuperación de pastos y fuentes en La Mussara; la mejora del entorno fluvial del río Gaià; eliminación de elementos negativos en Els Ports; recuperación de un bosque quemado en Vandellòs; mejora de los accesos al Parc Natural del Montsant; adecuación de torrentes de Vallmoll; restauración de Els Ullals de Baltasar del Delta de l’Ebre; control del chancro del castaño en las Muntanyes de Prades; fomento del cultivo de la trufa negra en el Priorat; recuperación de la flora curandera de Els Ports; y reproducción del cangrejo ibérico en el río Montsant.
Son proyectos verdaderamente interesantes, si se conocen las zonas donde van a aplicarse. Pero lo más interesante de estos proyectos, es quiénes van a llevarlos a cabo físicamente. Personas con discapacidad se encargarán de la limpieza de rieras y torrentes del Baix Penedès y de Vallmoll, así como la recuperación de las fuentes y la actividad ganadera en La Mussara. Otras personas con enfermedad mental se encargarán del entorno del río Gaià. Personas en paro, entre los 50 y los 65 años, se ocuparán del Delta de l’Ebre. Otras, con dificultades para acceder al trabajo, se encargarán del Parc del Montsant. Otro grupo, el desempleado con riesgo social, será contratado para Els Ports, y se encargarán de llevar agua a los animales, y plantas al parque. Y el último, y el que me parece más interesante, internos de la prisión de Tarragona reforestarán el bosque calcinado, en el año 2006, en Vandellós.
Estas actividades, ligadas a la naturaleza, llevadas a cabo en el mundo rural, entre las que se encuentra, por parte del Centre Tecnològic Forestal, la recuperación de los usos y las actividades económicas ligadas a la flora curandera del Parc dels Ports, tienen otra vertiente, además de la adecuación del entorno natural, y es la humana. Esta me parece la mejor forma de, por un lado, rehabilitar al preso, en vez de dejarlo tirado en un rincón del patio, planeando con el compañero la fechoría que van a hacer nada más cruzar la puerta de salida. Y por otro, ofreciendo trabajo a las personas paradas en situación de riesgo social, evitar que crucen la puerta de entrada de la prisión.
Son ejemplos a seguir y actividades que se agradecen. Mi amigo Iván diría que se trata de migajas que el capital nos deja, pero estas migajas parece que tengan más sustancia que otras. A mi me gustaría abrir las puertas de todas las prisiones, pero como eso es imposible…
Estos proyectos, de tres años de duración, suponen el desembolso, por parte de la Caixa –y supongo que también de la Diputación-, de un millón de euros. Se van a invertir en la limpieza de rieras y torrentes de la comarca del Baix Penedès; en la recuperación de pastos y fuentes en La Mussara; la mejora del entorno fluvial del río Gaià; eliminación de elementos negativos en Els Ports; recuperación de un bosque quemado en Vandellòs; mejora de los accesos al Parc Natural del Montsant; adecuación de torrentes de Vallmoll; restauración de Els Ullals de Baltasar del Delta de l’Ebre; control del chancro del castaño en las Muntanyes de Prades; fomento del cultivo de la trufa negra en el Priorat; recuperación de la flora curandera de Els Ports; y reproducción del cangrejo ibérico en el río Montsant.
Son proyectos verdaderamente interesantes, si se conocen las zonas donde van a aplicarse. Pero lo más interesante de estos proyectos, es quiénes van a llevarlos a cabo físicamente. Personas con discapacidad se encargarán de la limpieza de rieras y torrentes del Baix Penedès y de Vallmoll, así como la recuperación de las fuentes y la actividad ganadera en La Mussara. Otras personas con enfermedad mental se encargarán del entorno del río Gaià. Personas en paro, entre los 50 y los 65 años, se ocuparán del Delta de l’Ebre. Otras, con dificultades para acceder al trabajo, se encargarán del Parc del Montsant. Otro grupo, el desempleado con riesgo social, será contratado para Els Ports, y se encargarán de llevar agua a los animales, y plantas al parque. Y el último, y el que me parece más interesante, internos de la prisión de Tarragona reforestarán el bosque calcinado, en el año 2006, en Vandellós.
Estas actividades, ligadas a la naturaleza, llevadas a cabo en el mundo rural, entre las que se encuentra, por parte del Centre Tecnològic Forestal, la recuperación de los usos y las actividades económicas ligadas a la flora curandera del Parc dels Ports, tienen otra vertiente, además de la adecuación del entorno natural, y es la humana. Esta me parece la mejor forma de, por un lado, rehabilitar al preso, en vez de dejarlo tirado en un rincón del patio, planeando con el compañero la fechoría que van a hacer nada más cruzar la puerta de salida. Y por otro, ofreciendo trabajo a las personas paradas en situación de riesgo social, evitar que crucen la puerta de entrada de la prisión.
Son ejemplos a seguir y actividades que se agradecen. Mi amigo Iván diría que se trata de migajas que el capital nos deja, pero estas migajas parece que tengan más sustancia que otras. A mi me gustaría abrir las puertas de todas las prisiones, pero como eso es imposible…