Estoy esperando con verdadera ansiedad que la Dirección General de Tráfico nos de a conocer datos de la incidencia de la huelga de camioneros, o de transportistas, que viene a ser más o menos lo mismo. Pero no esos que cada hora, en cada informativo, por todas las cadenas de televisión y emisoras de radio nos ofrecen, o machacan. Me refiero a otros datos: la comparación de los accidente en carretera, con muertos incluidos, comparando los de otros años por las mismas fechas. Todo hace pensar que, si esos datos se dan, no vendrán ni de la DGT ni del Ministerio del Interior, o del que corresponda.
No se trata de culpabilizar a los camioneros, son conductores y hay de todo. Pero sólo es necesario oír o leer las noticias, para comprobar que en la mayoría de los accidentes hay uno de ellos implicado, quien, por cierto, resulta ileso en casi todos. Ellos, y los niñatos machitos con volumen discotequero en coches tuneados. Por distintas causas.
Como el resultado es de muerte, alguien tiene la culpa de todo esto, o de parte de ello, porque si bien un accidente es eso, también es cierto que muchos pueden evitarse. Los seres humanos como tal, a nuestro libre albedrío, nos equivocamos con constancia machacona. Allá cada cual en su individualidad. Pero cuando se trata de muertes, los que tienen que poner coto y freno a ello son los cargos públicos, a quienes se les paga –y muy bien- para que actúen como diosecillos protectores y empleen los dineros en evitar estas y otras acciones –o accidentes- que cuestan la vida de miles de personas al año.
No van a dar los datos de manera oficial, porque saben que en cuestión de tráfico no han ahondado en el problema buscando la solución que ya tienen en otros países europeos, que no es, ni más ni menos, el que los vehículos pesados circulen por unas vías, y el resto por otras. Es caro, pero más caro resulta las pérdidas de vidas humanas.
Los distintos gobiernos que se han hecho cargo de este país desde que comenzara a ser industrial y rico, se han dedicado, además de a cerrar los ojos al diseño de vías sólo para camiones, a cargarse el ferrocarril, ideal para según qué transportes. Y siguen ellos empeñados en que convivamos en autopistas, autovías y carreteras, unos y otros, padeciendo, en ocasiones, verdadero terror.
Es triste que los ciudadanos no quieran darse cuenta de una puñetera vez de esto, aunque les haya tocado perder familiares en el asfalto. Las multas y retiradas de puntos y carné, están muy bien para los niñatos descerebrados, para los propietarios de todoterrenos –como el que causó la muerte de no sé cuántos ciudadanos en Andalucía hace poco-, que como saben que a ellos no se les mueve ni el flequillo, van aterrorizando a los propietarios de coches normales y menos contaminantes. Pero los vehículos pesados necesitan otras vías, o el transporte otra manera de hacerlo.
No se trata de culpabilizar a los camioneros, son conductores y hay de todo. Pero sólo es necesario oír o leer las noticias, para comprobar que en la mayoría de los accidentes hay uno de ellos implicado, quien, por cierto, resulta ileso en casi todos. Ellos, y los niñatos machitos con volumen discotequero en coches tuneados. Por distintas causas.
Como el resultado es de muerte, alguien tiene la culpa de todo esto, o de parte de ello, porque si bien un accidente es eso, también es cierto que muchos pueden evitarse. Los seres humanos como tal, a nuestro libre albedrío, nos equivocamos con constancia machacona. Allá cada cual en su individualidad. Pero cuando se trata de muertes, los que tienen que poner coto y freno a ello son los cargos públicos, a quienes se les paga –y muy bien- para que actúen como diosecillos protectores y empleen los dineros en evitar estas y otras acciones –o accidentes- que cuestan la vida de miles de personas al año.
No van a dar los datos de manera oficial, porque saben que en cuestión de tráfico no han ahondado en el problema buscando la solución que ya tienen en otros países europeos, que no es, ni más ni menos, el que los vehículos pesados circulen por unas vías, y el resto por otras. Es caro, pero más caro resulta las pérdidas de vidas humanas.
Los distintos gobiernos que se han hecho cargo de este país desde que comenzara a ser industrial y rico, se han dedicado, además de a cerrar los ojos al diseño de vías sólo para camiones, a cargarse el ferrocarril, ideal para según qué transportes. Y siguen ellos empeñados en que convivamos en autopistas, autovías y carreteras, unos y otros, padeciendo, en ocasiones, verdadero terror.
Es triste que los ciudadanos no quieran darse cuenta de una puñetera vez de esto, aunque les haya tocado perder familiares en el asfalto. Las multas y retiradas de puntos y carné, están muy bien para los niñatos descerebrados, para los propietarios de todoterrenos –como el que causó la muerte de no sé cuántos ciudadanos en Andalucía hace poco-, que como saben que a ellos no se les mueve ni el flequillo, van aterrorizando a los propietarios de coches normales y menos contaminantes. Pero los vehículos pesados necesitan otras vías, o el transporte otra manera de hacerlo.
4 comentarios:
Pues sí, como en botica, hay de todo entre los camioneros. No obstante, han cambiado mucho en las últimas décadas. Aquellos camioneros que te facilitaban la maniobra de adelantamiento con indicaciones luminosas o con la mano han pasado a mejor vidad, salvo alguna honrosa excepción. Y también hay muchos energúmenos y niñatos al volante que se cren los amos de la carretera. Ya he tenido alguna que otra experiencia desagradable y peligrosa, y también gente de mi entorno. Sobre la huelga no está todo dicho todavía.
Las fuertes empresas que están detrás del mundo del transporte son las que cortan el bacalao en estas huelgas.
Hoy no me apetece opinar de los camioneros, sino sólo apuntar brevemente que el trabajo de Mª Luisa e Isabel o Isabel y Mª Luisa, tanto da, nunca podrá pagarlo la sociedad soriana. Amigos de otras tierras a los que se la he mostrado, hablan maravillas de ella y echan de menos en sus respectivas ciudades, una "Web" de esta calidad. Hermanas Goig, gracias.
Y luego igual un pobre hombre que se ha despistado le quitan seis puntos, mientras los camioneros se pasan todo por el forro y los niñitos mas de lo mismo
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