martes, enero 13, 2009

Sus Señorías


Parece ser que los jueces de este país están convencidos de su infalibilidad. De lo que no cabe duda es de que la mayoría de ellos caminan aquejados de una soberbia insoportable. Creo que para llegar a impartir Justicia –algo tan complicado sobre lo que ya filosofaba Clemence, el personaje de Camus en La caída- es necesario estudiar una carrera de Derecho y después prepararse unas oposiciones. Ni más, ni menos.
Una vez ocupado el sitial correspondiente en alguno de los estamentos donde se va a ejercer de juez, por mucho que se revistan de pelucas, se cuelguen las togas, miren directamente a los ojos del juzgado, o se entretenga mientras el secretario lee o los abogados alegan, el juez sigue siendo un licenciado con oposiciones aprobadas. Y, lo que es más importante, un ser humano.
Los seres humanos –algunos- que han creado todo este tinglado de sociedad que intenta ahogarnos, si no se tiene la suficiente fuerza para pasar de todo ello, somos los hacedores de lo bueno, de lo malo y de lo peor.
Los filósofos (Platón en más destacado), seres humanos también, distinguieron entre el mundo de las ideas y el de las sensaciones. Que ningún juez crea, ni tampoco ser humano alguno, que tiene algo que ver lo uno con lo otro. La Justicia es un concepto bastante alejado de una sentencia firmada por el juez que sea. El juez es un ser humano, el secretario también, los abogados que han defendido a uno u otro, supuestamente también son seres humanos. Aunque cuando se han seguido temas tan duros como el de la pequeña Alba, y hemos escuchado, por parte de los abogados del útero con patas y su compañero, pedir la absolución para esos dos cánceres de la sociedad, comenzamos a dudarlo. Y recuerdo el comentario de un novelista barcelonés cuyo nombre he olvidado, afirmar que la delincuencia (sobre todo este tipo de crímenes como el de Alba) no acabará hasta que no entren en prisión los asesinos y sus abogados.
Sigamos con los jueces. Como humanos que son los señores magistrados, cometerán errores, aún en el caso probable de que hagan lo imposible por evitarlos. ¿Tanto cuesta reconocerlo, asumirlo y pedir disculpas? Si humano, muy humano, es errar, tanto lo es asumirlo y someterse, ellos también, a la Justicia.
Esa es la verdadera asignatura pendiente de los distintos gobiernos que hemos padecido. Dotar a la Justicia, sí, pero meter en vereda a los componentes de ella. Situarlos en su calidad de funcionarios y de humanos, y bajarles del pedestal de la divinidad.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me gustaría que los sueldos de los jueces, de todos los jueces, fueran hechos públicos y también los horarios de trabajo.

Anónimo dijo...

Ganan mucho más que los políticos y no asumen responsabilidades.

Anónimo dijo...

Nadie está conforme con la justicia que recibe. pero la culpa la tienen los abogados que incitan a mentir con todo el descaro y el juez no investiga porque supongo que no sera cometido suyo, imparte justicia segun lo que le presentan unos u otros. Endiosados si estaán y mucho. Un saludo de Rubén

Anónimo dijo...

Para ser juez hay que estudiar y opositar, evidentemente, pero también hay que tener un hondo sentido de la Justicia (con mayúsculas); igual que hay una carrera de Psicología, que estudian los psicólogos, y que, evidentemente, deben tener unas habilidades psicológicas. Pues bien, a veces no entendemos los profanos algunas decisiones de los jueces y que coinciden muy poco con lo que los ciudadanos de a pie entendemos como Justicia (también con mayúscula) aunque seamos legos en la materia. No obstante, hay que entender la dificultades en que se desenvuelven los jueces, habida cuenta del colapso judicial debido a los montones y montones de casos que se les acumulan. Lo malo, además, es que los jueces a veces son más políticos que jueces, así no es difícil entender que tengan que dividirse en progresistas y conservadores y vean los casos según el color... Uno, en su ingenuidad, creía que la Justicia era una sola. Veo que no. Paquillo Pajero.

Anónimo dijo...

Digo yo,Rubén, que los jueces que han sido cocineros antes que frailes ya tendrán calados a los abogados. Ya asumen los jueces pocas responsabilidades como se ha visto en el caso Mariluz para que ahora carguemos las culpas a los abogados de lo que pasa en la Justicia. Silvia

Anónimo dijo...

Yo creo que los abogados son necesarios para facilitar el trabajo de los jueces, pero no deberían ser imprescindibles, ademas que me estoy refiriendo a los criminalistas, que son lo peor de lo peor. Rubén

mafalda dijo...

¿Desde que otra perspectiva que la pura prepotencia se puede analizar a aquél que se destina, por decisión propia, a erigirse juez de los Hombres? ¿Que clase de persona puede ser quien se considera a si mismo capaz de juzgar y sentenciar a sus iguales, desde la incertidumbre del desconocimiento de la verdad absoluta? ¡Qué irresponsabilidad la del que se atribuye tal responsabilidad, sabiendo que una sola decisión equivocada puede cambiar fatalmente la vida de otra persona! Y para un juez puede suponer un sólo error en una carrera de aciertos, pero para esa persona es todo el universo el que se apaga si le apagan la vida.
La idea de virtud y sabio que tuvieron los griegos nada puede parecerse a la que tenga un juez desde el momento en que es el mismo quien se atribuye tales virtudes, desde la limitada perspectiva que cada uno tiene de si mismo.

Anónimo dijo...

los Jueces ?????
Menuda pandilla de inrenposables e incompetentes, que juegan a ser dioses con las vidas de los demás por NO hacer su trabajo como dios manda y ARRUINAN las vidas de MUCHOS inocentes, por cubrirse ellos mismos las espaldas y sus bolsillos.
La sociedad Desconoce la cantidad de ASESINATOS en vida que cometen los Jueces y Abogados.
Luego piden mas de lo que tienen!
Si se descubre alguna de sus equivocaciones, NO pasa nada de nada, ya que estos individuos son intocables.
En España la Justicia y la Igualdad son las MALLORES MENTIRAS que la democracia a inventado.