He escuchado con satisfacción los comentarios de Mayor Oreja sobre el franquismo, he leído sobre lo dicho, he comentado con amigos. Nadie debería escandalizarse por ellos, todo lo contrario, es de agradecer que cada cual se manifieste con sinceridad para saber a quiénes tenemos enfrente, al lado, o a la espalda, según el tipo de manifestación que salga de su aparato fonador.
En el caso del popular Mayor, he sentido lo mismo que siento cuando la Iglesia Católica se niega a dar alguno de sus sacramentos aduciendo motivos lógicos desde su perspectiva y según sus leyes. Es mejor, mucho mejor, que no se disfracen, que no se barnicen, y se muestren como son y piensan.
Hasta que Mayor Oreja hizo sus declaraciones sobre el franquismo, negándose a condenarlo y diciendo que en el País Vasco se vivió con placidez –el franquismo, ¡manda huevos!- sabíamos lo mismo que sabemos ahora, pero daba cierto pudor escribirlo. Ahora, con el añadido de que los prebostes del Partido Popular no han desautorizado los comentarios de Oreja, ya podemos escribir tranquilamente que algunos, o muchos, dirigentes peperos, alaban la placidez del franquismo.
Por cierto, no condenar la violencia del terrorismo de ETA les cuesta a los independentistas vascos la cárcel.
Pocos dudábamos que España está plagada –de plaga- de franquistas, en el sentido de ideología -¿es una ideología eso?- o de haber participado en el gobierno de Franco sin rechistar. Luego se compraron carnets de demócratas. No hay más que repasar los nombres de los fundadores de Alianza Popular, luego Partido Popular. Pero que lo reconozcan a boca grande puede cabrear, pero a la vez reconforta.
En el caso del popular Mayor, he sentido lo mismo que siento cuando la Iglesia Católica se niega a dar alguno de sus sacramentos aduciendo motivos lógicos desde su perspectiva y según sus leyes. Es mejor, mucho mejor, que no se disfracen, que no se barnicen, y se muestren como son y piensan.
Hasta que Mayor Oreja hizo sus declaraciones sobre el franquismo, negándose a condenarlo y diciendo que en el País Vasco se vivió con placidez –el franquismo, ¡manda huevos!- sabíamos lo mismo que sabemos ahora, pero daba cierto pudor escribirlo. Ahora, con el añadido de que los prebostes del Partido Popular no han desautorizado los comentarios de Oreja, ya podemos escribir tranquilamente que algunos, o muchos, dirigentes peperos, alaban la placidez del franquismo.
Por cierto, no condenar la violencia del terrorismo de ETA les cuesta a los independentistas vascos la cárcel.
Pocos dudábamos que España está plagada –de plaga- de franquistas, en el sentido de ideología -¿es una ideología eso?- o de haber participado en el gobierno de Franco sin rechistar. Luego se compraron carnets de demócratas. No hay más que repasar los nombres de los fundadores de Alianza Popular, luego Partido Popular. Pero que lo reconozcan a boca grande puede cabrear, pero a la vez reconforta.
10 comentarios:
Nada de qué sorprendernos. Por la boca muere el pez, se dice. Y ya que va de frases hechas, habrá que reconocer que Mayor Oreja no nos tiene con la mosca detrás de la ídem, que se le ve el plumero, vamos. El franquismo sociológico -¿os créeis que ha desaparecido?- tiene demasiado peso en el PP. Se están echando tierra encima, porque, de lo contrario, lo tendrían fácil para derrotar a elementos como Zapatero o al sátrapa de Andalucía. Y es que España necesita como el comer una derecha moderna y europea. No nos imaginamos a la derecha alemana justificando, o no repudiando, al nazismo y a Hitler y sus secuaces. Con gente y actitudes así, de qué extrañarnos que todavía sigan calles dedicadas al Director (Mola) a Paca la Culona (Queipo de Llano, dixit), a este mismo, y un larguísimo etcétera. Y no sólo en territorios del PP, sino, sin ir más lejos, en la Andalucía de Chaves y cía. Jo... qué tropa. Demócratas de toda la vida, claro. De pata negra.
Hay que reconocer que la derecha europea juega con ventaja. Ellos no padecieron, como España, una guerra civil, una lucha entre hermanos (dicho sea literalmente),"sólo" tuvieron que luchar contra un invasor común, el nazismo, y parten de posiciones muy distintas a España. Aquí han de pasar todavía muchos años hasta que dejemos de vernos como enemigos, como dos bandos. Si a ello ayudaran los energúmenos que ahora apoyan todo lo contrario, como Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez, y por supuesto la Santa Madre Iglesia, tal vez adelantaríamos tiempo, pero es que además hemos de padecer estos elementos terroristas.
Partiendo de la base de que todo el mundo tiene derecho a evolucionar, y de hecho pueden modificarse actitudes y comportamientos con el tiempo -Dionisio Ridruejo, por ejemplo-, y de que a nadie hay que cerrarle puertas a una posible evolución, sí en cambio hay que exigir coherencia. No se puede servir, valga la frase, a Dios y al diablo al mismo tiempo. Es decir, llamarse demócrata y justificar o defender el franquismo, o el estalinismo, por ejemplo, no es de recibo. Ser de derechas y condenar el franquismo no debe ser incompatible. Pero sí ir de demócrata y defender la dictadura. (Y que conste que en el P¿SOE? también hay muchos ex-falangistas y ex-franquistas camuflados, y que la patente de demócrata se consigue con hechos, día a día, no por votar cada cuatro años).
Y luego algunos peperos se irritan -¿se irritan de verdad?- de que los tilden de franquistas. Y mientras, la COPE, la de los obispos, no lo olvidemos, arremetiendo contra Gallardón y el ala centrista del Pepé. Y no son crispadores, no.
A mí, lo que me ha parecido fatal es que sean capaces de dar tanto bombo a las canonizaciones y no quieran que se desentierren de las cunetas los que murieron luchando por el gobierno legítimo.
Si que se vivió placidez en el franquismo. Plácidamente reposaban los muertos en las fosas comunes, los presos políticos en las cárceles, las chavalas aprendiendo a cocinar con la Sección Femenina y los chicos en los campamentos de Falange cantando las Montañas Nevadas.
Era fantástico, plácido y hermoso... ¡Que jodida España!
Si es quer sois unos resentidos y tergiversadores, hasta seréis capaces de decir que no había libertad con Franco. Había libertad RELIGIOSA: Podías ir a misa de nueve, o de doce; a San Pedro, o la Mayor, o al Carmen, etc. Había libertad de PRENSA: podías leer el Alcázar, el ABC o el Arriba. Libertad de ASOCIACIÓN: Podías ser socio del Madrid, del Atleti, del Español... Libertad de EXPRESIÓN: Podías decir, por ej. ¡Viva Franco!, ¡Arriba España!, puta Cataluña, rojos al paredón y un largo etcétera. Y a que nadie te molestaba, ¿eh? Y ahora dices eso y te toman por facha, ¿o no? Y placidez, mucha placidez.
A ver si Mayor Oreja tuvo un lapsus y en vez de placidez quería decir flaccidez. Ya se sabe que los años no perdonan.
Si estuviera prohibido hacer apología del franquismo, como del nazismo...
Que nadie se ofende! A veces creo que la FALANGE y el PARTIDO COMUNISTA bien pudieran ser más congruentes con el pensamiento general que PSOE y PP. La democracia o dictadura de los políticos (inútiles e interesados) es lo que está en vigor??
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