Poco
a poco se va resolviendo uno de los problemas que tiene al linaje político en
un sin vivir. ¡Cómo es posible que un niñato con coleta nos vaya a dejar en
cueros éticos! Y sin la soldada.
En
realidad, Pablo Iglesias, el líder de Podemos, es un Inmortal con una vida tan
larga como los tantos mil años de la tierra, según la genealogía del Génesis.
Se
ha llegado a esta conclusión gracias a una caja de seguridad guardada en un
banco y abierta casualmente por el
director de la sucursal. En ella se han encontrado unos objetos harto raros, y
el bancario se la ha entregado a un ordenanza, doctor en Historia Antigua,
quien, después de aplicar distintos métodos de datación, ha llegado a
conclusiones sorprendentes.
¿Qué
contenía la caja? ¿Acaso era el Arca de la Alianza? ¿El Santo Grial? ¿La
fórmula secreta de los disfraces de Mortadelo? No, la caja contenía, por orden
de antigüedad, la quijada de un onagro; una tablilla de escritura cuneiforme
con el relato del Diluvio Universal; la túnica ensangrentada de Julio César; la
daga de Audax; las treinta monedas pagadas a Judas; un tizón de la hoguera de
Juana de Arco; restos de cosas irreconocibles, entre ellas lo que parece una
pezuña de macho cabrío y una relación de personajes inhumados en el cementerio
de Arlington y, por fin, un trozo de un Boeing 767. Sobre todo ello, un DVD con
la película Los Inmortales.
Ha
sido al visionar este film, cuando el doctor en Historia Antigua, reconvertido
por la crisis en ordenanza de banco, ha sabido otorgar sentido a todo lo demás,
y concluir que en efecto, Pablo Iglesias, es un Inmortal que lo mismo le ha
dado a lo largo de su vida por ser benéfico que maléfico. No ha tenido más que
ver un fotograma de Christopher Lambert, con la melena al aire, para
interpretar todo lo demás.
A lo
largo de los tantos mil años, el líder de ahora mismo ha sido Caín, el asesino
de Abel con la quijada del burricus.
Él mismo desencadenó el Diluvio para, unos años después, emprenderla a dagazos
con Julio César, por lo que aquello de Et
tu, Brute?, no venía a nombrar a su hijo adoptivo, sino más bien se
acordaba de la puñetera madre del asesino, a quien llamaba bruto o bestia de
solemnidad. Lo de la daga de Audax le ha costado al doctor un poco más de tiempo
en averiguarlo, pero en la empuñadura, un papelillo con letra de Pablo Iglesias
–seguro que de porro o de algo peor- avisaba que con esa arma mató a Viriato. Lo
de Arlington se supone que indica la relación de Paulus con la muerte de todos
los Kennedy, incluidos los de la tercera generación. Y así con todo, oigan, que
este monstruito inmortal hasta estrelló en el año 2001 los aviones contra las
torres gemelas.
¿Y
por qué tanta maldad?, se pregunta el doctor/ordenanza. No es maldad, es que el
pobre muchacho de largas melenas no sabe qué hacer para que le maten. Es
Inmortal de nacimiento. No conoce el significado de morir, acabar, finalizar, y
hace maldades involuntarias para fenecer de una puñetera vez.
No
lo consigue, no hay forma. Por eso se ha metido en política, sin maldad alguna,
a ver si alguien atenta contra él de la forma específica que deben hacerlo para
conseguirlo, fórmula que no vamos a descubrir aquí, porque el chico nos cae
bien y ha llegado que ni piripintado a ese mundo de la política.
Tú calla,
doctor en Historia. No les digas el secreto para que se lo carguen. Ya que hace
miles de años que es inmortal, que aguante un poco más.