El
jueves, día 30, en El Espolón, Podemos Soria organizó una charla
informativa sobre la Ciudad del Medio Ambiente. Carlos González, de
la Asociación para la Defensa de la Naturaleza, fue el encargado de
darla. Tanto ASDEN como SORIA ¡YA!, cada uno en su parcela, hace
años que se baten el cobre luchando por los intereses de esta
provincia, a sabiendas de que casi nadie, y menos que nadie las
instituciones, se lo van a agradecer nunca, todo lo contrario, les
ven como una especie de bicharracos sin clasificar dispuestos a dar
la batalla contra todo aquello que signifique progreso, según el
significado y contenido que dan a ese concepto aquellos para quienes
progreso significa corrupción, despilfarro y buenos intereses
económicos para sus particulares bolsillos.
Todo
el que quiere saber, sabe desde hace años que la Ciudad del Medio
Ambiente es otro de los despilfarros del tipo aeropuertos de
Castellón y Ciudad Real, AVE de Cuenca, o los del todo el Levante,
que se llevan la palma. Saben también, si quieren, que la CMA de
Soria se ha llevado por delante más cien millones de euros (más ha
calculado Carlos González, y no los cincuenta que se informa desde
las instituciones), en destruir un espacio natural, para que, a la
postre, todo se declare ilegal, y desde la carretera se puedan ver
las cúpulas y tener la sensación de que se contemplan los restos de
una ciudad fantasma habitada, y abandonada, por extraterrestres.
Se
les propuso a los responsables la posibilidad de ubicar esa ciudad en
espacios susceptibles de ser regenerados (como el Ayuntamiento de
Soria ha hecho con los huertos municipales), e incluir el casco
antiguo, dejado de la mano de sus antiguos habitantes y de quien
corresponda. Pero claro, eso al parecer no interesaba y, además de
no interesar, era una idea, buena, foránea, ajena a los promotores
de semejante atropello. Esto me recuerda a un señor de un pueblo
cercano a Medinaceli, ajeno por completo a las instituciones
correspondientes, que se empeñó en que había hallado la tumba de
Almanzor. El buen hombre dedicó buena parte de su vida a estudiar a
fondo los documentos disponibles y, por su cuenta y riesgo, comenzó
una pequeña excavación, sólo para obtener la comprobación de su
acierto, y la halló. No sé (ni ese buen hombre tampoco), si era esa
la tumba del caudillo, pero sí que allí, en ese precio lugar,
encontró unos enterramientos propios de musulmanes, en un cerro
donde era necesario subir caminando. Metió en una bolsa lo hallado,
lo llevó a la institución competente y hasta hoy. No se podía
consentir que un jubilado sin titulación hubiera hallado algo
importante. Tampoco los responsables de la CMA podían dar oídos a
esa gente rara de ASDEN (que a saber qué intereses tendrán, ajenos
desde luego a los responsables), aunque el proyecto fuera muy bueno.
Es la soberbia de los poderosos.
A
todo esto, la Confederación Hidrográfica del Duero parece no
considerar que la zona donde se empezó a construir la CMA es
inundable. Hace pocos años, tras lluvias abundantes, se demostró
que sí. Pero existe un documento gráfico capaz de explicar todo lo
que sucede en ese espacio. Para la Confederación responsable de las
aguas del Duero, los ríos secundarios de su cuenca, así como los
arroyos, no descienden, ascienden (no sabemos si con muletas o a
pelo). Esta explicación tan coherente debe ser semejante a las que
se aplican a todo lo demás que envuelve a este chanchullo. Como
diría el recordado Perich: ¿Ustedes todo lo razonan así?