El atropello de una prostituta en La Jonquera cuando huía de los Mossos, que acudían a un menester que nada tenía que ver con ella, ha sido, por lo leído, un fatal accidente con huida incluida del conductor. El caso es que la mujer ha muerto porque las cosas se están poniendo muy difíciles para las prostitutas. Se han empeñados las autoridades, con más ahínco las municipales, en hacerlas desaparecer de las calles sin ofrecerles, a cambio, otras alternativas.
Hace unos días, unos vecinos se quejaban, también, de un albergue para pobres, por lo conflictivo, ya que se peleaban entre ellos por un quítame allí estos cartones. Otros se quejan de que unos drogadictos han ocupado unas naves abandonadas y acumulan vertidos y suciedad por los alrededores. Hoy mismo, en Lleida, los vecinos cogen firmas por el deterioro de un barrio, debido a la prostitución y las drogas. Podría seguir recodando o acudir a cualquier buscador por Internet, pero estaría escribiendo hasta mañana.
El caso es que todo aquel, grupo o individuo, que no cuadre con la idea que tenemos de lo que debe ser una sociedad bienpensante y bienestante, nos molesta, sin parar a reflexionar que esta es la sociedad que ahora mismo tenemos, para desgracia de quienes nos molestan porque no encajan.
En este sistema político-social-económico en el que vivimos el primer mundo, no tenemos ni idea de qué hacer con aquellos que nos estorban. Podríamos escribir también con lo que nos incomoda: vertederos, cárceles, residuos.
En este sistema político-social-económico en el que vivimos el primer mundo, no tenemos ni idea de qué hacer con aquellos que nos estorban. Podríamos escribir también con lo que nos incomoda: vertederos, cárceles, residuos.
Así que si empezamos a quitar gitanos no integrados, inmigrantes que no trabajan (en ocasiones molestan hasta los que trabajan), prostitutas, mendigos, drogadictos, jóvenes que se pasan con los botellones… restan unos millones de españoles, precisamente para los que están pensadas las leyes y la sociedad.
No sé si muchos se pararán un instante a pensar, provisto de cierto grado de empatía, en que todos esos grupos son seres humanos igual que el resto, con muchas más penas y casi ninguna alegría. Los gitanos de las míseras barracas, que viven entre la mierda, tienen hijos pequeños a los que quieren profundamente y cuidan mejor, mucho mejor, que el ciudadano-medio-de clase media-alta-tirando a baja, caritativo de 20 céntimos de euro con el mendigo. Los drogadictos no saben cómo desengancharse, o son seres completamente desgajados de las familias, algunas, tal vez, de esa clase media-alta… Los mendigos se pelean por cartones porque es lo único a lo que pueden acceder. Las putas se prostituyen, en la mayoría de los casos, porque las mafias les obligan, o porque tienen que criar hijos, o, a veces, porque les da la real gana.
¿Qué hacemos con todos ellos? ¿guetos? ¿gas? ¿Dónde los escondemos para que no afecten a nuestras delicadas narices y nuestras selectas miradas? En todo esto nada tiene que ver la crisis que llevamos padeciendo durante más de un año, esto no ha cambiado nada, ni con bienestar ni con crisis.
Todos esos grupos marginales que tanto incordian y afean plazas y monumentos, no son más que la prueba palpable del gran fracaso de nuestro sistema capitalista, en el que entran -¡por descontado!- los gobiernos más o menos socialistas, más o menos progresistas.
Así que miremos con los ojos bien abiertos, paseemos entre ellos, dejémonos invadir por sus olores, porque son nuestros, muy nuestros. A ver si en algún momento somos capaces de levantar la voz y el puño (pero de verdad), por esos seres de nuestras pesadillas.
5 comentarios:
Este artículo de opinión me trae a la memoria una pintada que leí hace años: "Putas al poder, que sus hijos ya están en él".
Y que tal si todos esos espectáculos los quitara de enmedio los ayuntamientos?
A ti te molesta verlos, pero hay que solucionar el problema, no esconderlo
A mi no me molesta verlos, y creo también que es necesario solucionar el problema, en eso se tienen que involucrar los ayuntamientos, pero reconocerás que las ciudades estarían mejor sin ellos, eso sí atendidos.
yo creo que hoy en dia y desde siempre nos quejamos;nos burlamos y si los cruzamos o vemos por algun lado directamente les damos vuelta la cara...bueno esta no es la solucion y con esto no arreglamos el problema!!!la respuesta tampoco es esconderlos...
para mii tienen que abrir centros de ayuda a los drogadictos...nos estamos quedando sin jovenes!!!!!
ii bueno para las prostitutas...otra forma de ganarse la vida;un trabajo mas digno!!!....
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