Recuerdo
una tira de cómic del genial Quino: Mafalda le pregunta a sus padres si tienen
planeado su futuro o qué, los padres se miran sorprendidos y la niña se da
media vuelta diciendo algo así como me lo temía. Podríamos aplicar esta
pregunta a los responsables del desastre poblacional de Soria que dura ya
cincuenta o sesenta años, con lo cual deberíamos ir a los cementerios
acompañados de una médium e invocar a muchos espíritus. Algunos, no obstante,
están vivos y coleando. Por poner el último ejemplo, el rector y responsables
de la Universidad de Valladolid quienes, de un plumazo, o varios, han dejado a
Soria sin la carrera de Agrarias. De seguir así, el Campus de los Pajaritos va
a verse más desangelado que la Ciudad del Medio Ambiente.
Hasta
en las ejecuciones a los ejecutados se les daba el tiro de gracia. No se sabe
la razón por la cual a los pistoleros la conciencia les destellaba un segundo y
aprovechaban para aliviarles el último sufrimiento.
Pues
que hagan lo mismo con Soria de una puñetera vez para saber a qué hemos de
atenernos. Que dejen de marear la perdiz, se reúnan todos los responsables y
repartan el territorio entre varias provincias. Como vivo cerca de la carretera
de Logroño, me pido La Rioja, por eso del buen vino. No estoy de broma, no, la
cosa es tremendamente seria, pero si nos dicen ya qué va a pasar con Soria,
nuestros hijos y nietos sabrán a lo que atenerse.
Si
ya se cargaron Tierras Altas con la repoblación forestal, la zona de la Sierra
Pela por lejanía con la capital, la tierra rayana no se sabe bien porqué, las
escuelas convertidas en museos, y nos quedan diez u once poblaciones para
resistir, qué más da el resto, pero que lo digan, que lo expliquen. No hay nada
peor que la incertidumbre.
¿Son,
acaso, los polígonos industriales –a los que pronto se añadirá otro en Garray-
un juego de despiste para que resistamos hasta que tomen la decisión final,
haciéndonos creer que el futuro en Soria existe?
Lo
de eliminar Agrarias en Soria, precisamente en Soria, es la última cabronada. Vamos
a ver cuál es la siguiente.
1 comentario:
Recuerdo que, en los primeros setenta, un conocido de la familia decía que Soria, viendo lo que había, debería convertirse en una tierra para los lobos y otras especies, algo así como un parque nacional donde campase a sus anchas la fauna. En esas están, estamos.
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